Los buñuelos de viento son un dulce tradicional que se prepara habitualmente en España para el Día de Todos los Santos. Son unos buñuelos de masa frita con forma redondeada, que al freírlos quedan muy aireados por dentro, casi huecos.

Esta receta de buñuelos de viento es muy fácil de preparar y se elabora con ingredientes básicos y cotidianos: leche, huevos, azúcar, harina y mantequilla. En primer lugar haremos una masa de buñuelos aromatizada con canela y limón, después freiremos la masa en pequeñas porciones y por último rebozaremos los buñuelos en una mezcla de azúcar y canela.

Los buñuelos quedan con una textura esponjosa y aireada. Al morderlos nos encontramos con una fina capa crujiente por fuera y con un interior tierno y esponjoso. Además su sabor es muy rico, se notan los aromas del limón y de la canela. Por otro lado destacar que no quedan demasiado dulces, ya que a la masa tan solo le pondremos una cucharada de azúcar.

En esta ocasión he preparado la versión tradicional de los buñuelos de viento, sin relleno. Vosotros si queréis, una vez fritos, los podéis rellenar de chocolate, nata o crema pastelera.

Ingredientes de la receta

  • Leche entera (125 ml)
  • Una rama de canela
  • Ralladura de un limón
  • Azúcar (una cucharada sopera)
  • Sal (media cucharadita)
  • Mantequilla (50 g)
  • Harina (75 g)
  • Huevos medianos (dos y medio)
  • Azúcar y canela

(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.

Elaboración de la receta

Comenzamos aromatizando la leche. En una olla al fuego ponemos la leche, la rama de canela, la ralladura de limón, la sal y el azúcar. Cuando la leche comience a hervir, apagamos el fuego y la dejamos reposar durante 10 minutos, para que la canela suelte todo su aroma.

Tras el reposo retiramos la rama de canela de la olla, encendemos de nuevo el fuego y añadimos la mantequilla cortada en cubos. En el momento en el que la mantequilla se haya derretido y la mezcla comience a hervir, añadimos de golpe la harina. De inmediato apagamos el fuego y removemos la mezcla con una cuchara de madera, hasta conseguir una bola de masa unificada.

Integrando la harina en la mezcla de leche y mantequilla
Integrando la harina en la mezcla de leche y mantequilla
Bola de masa unificada
Bola de masa unificada

Hecho esto, apartamos la olla del fuego y añadimos un huevo ligeramente batido. Mezclamos bien hasta que el huevo quede integrado en la masa. En un principio parece que nunca se va a integrar el huevo, ya que la masa se desliga, pero tras unos minutos mezclando el huevo quedará bien integrado en la masa.

Integrando el huevo en la masa
Integrando el huevo en la masa

En este punto añadimos un segundo huevo ligeramente batido y hacemos el mismo procedimiento que con el primer huevo. Cuando esté integrado, añadimos poco a poco la mitad de un tercer huevo, hasta conseguir una masa ligada, densa y «con caída». En este punto debemos tener cuidado, ya que si añadimos más huevo del necesario, la masa de los buñuelos quedará demasiado líquida.

Masa de buñuelos terminada
Masa de buñuelos terminada

Ahora que hemos conseguido una masa perfecta, comenzamos a freír los buñuelos. Ponemos al fuego un cazo lleno de aceite de girasol. Cuando el aceite esté caliente, vamos cogiendo pequeñas porciones de masa con una cucharilla y las dejamos caer suavemente en el aceite.

Añadiendo la masa de buñuelos en el aceite
Añadiendo la masa de buñuelos en el aceite

Enseguida la masa sube a la superficie, se va inflando con el calor y tomando la característica forma redondeada del buñuelo de viento. Es importante que el aceite esté caliente para que los buñuelos se aireen y se frían correctamente. Si el aceite no está muy caliente, el buñuelo se irá al fondo del cazo y no se inflará. Por otro lado, si el aceite está demasiado caliente, los buñuelos se quemarán enseguida y quedarán crudos por dentro.

Friendo los buñuelos
Friendo los buñuelos

Con una cuchara vamos volteando los buñuelos para que se doren bien por ambos lados. Una vez dorados y bien fritos, los rescatamos del aceite, los escurrimos bien y los ponemos en un plato con papel absorbente. Mientras, continuamos friendo más buñuelos.

Buñuelos de viento bien fritos y dorados
Buñuelos de viento bien fritos y dorados

Según vamos sacando buñuelos del aceite, los dejamos en el papel absorbente durante un par de minutos para que pierdan el exceso de aceite. Pasado este tiempo, vamos rebozando nuestros buñuelos de viento en una mezcla de azúcar y canela.

Una vez hayamos frito todos nuestros buñuelos y los hayamos rebozado en azúcar y canela, ya los tendremos listos para comer.

Buñuelos de viento
Buñuelos de viento

A continuación os dejo el vídeo con el paso a paso de esta receta.

Vídeo-receta

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