Aprovechando estos días «de confinamiento» en casa, he querido preparar unos rollos de canela caseros o cinnamon rolls. La receta es similar a los rollos de canela que ya preparamos aquí hace un tiempo, pero esta vez he querido añadirles un extra de sabor y jugosidad, agregando unas manzanas que tengo en el frutero.
Estos rollos de canela y manzana quedan realmente deliciosos. La masa del propio bollo queda tierna y esponjosa, y combinada con el relleno de canela y manzana lo convierten en un bollo tierno, jugoso y lleno de sabor.
Además tengo que deciros que estos rollos de canela son muy fáciles y rápidos de preparar, ya que se elaboran con una masa fácil de trabajar que no requiere largos tiempos de reposo.
Ingredientes de la receta
Para la masa:
- 500 gramos de harina de trigo común
- 7 gramos de levadura seca de panadero (equivalente a 25 gramos de levadura fresca)
- 35 gramos de panela (o azúcar moreno)
- 240 mililitros de leche
- 55 gramos de mantequilla
- 2 huevos medianos
- Una cucharadita de sal
Para el relleno de canela:
- 14 gramos de canela
- 100 gramos de panela (o azúcar moreno)
- 70 gramos de mantequilla
Para el relleno de manzana:
- 2 manzanas
- Un trocito de mantequilla
Para el glaseado:
- 120 gramos de azúcar glas
- 30 gramos de leche
- Una pizca de canela
Elaboración de la receta
En un recipiente ponemos la levadura, dos cucharadas de azúcar (de los 35 gramos que necesitamos en total) y un chorrito de leche (de los 240 mililitros que necesitamos en total). La leche la habremos calentado previamente, de forma que en el momento de añadirla esté tibia y no caliente. Mezclamos bien los tres ingredientes y dejamos reposar la mezcla.
Mientras tanto en un bol grande ponemos la harina, la sal y el resto del azúcar. Mezclamos bien y añadimos los huevos, el resto de la leche tibia y la mezcla de levadura que hemos preparado anteriormente. Mezclamos bien con una cuchara de madera hasta conseguir una masa.
En este punto vertemos sobre la masa la mantequilla, previamente derretida, y mezclamos nuevamente. Veremos que la masa va estando cada vez más pegajosa, lo cual es normal.
Ahora, con la mano limpia, comenzamos a amasar nuestra masa.
Pasados unos minutos la masa seguirá estando pegajosa, lo cual es normal, pero ahora estará bien unificada. Paramos de amasar y la dejamos reposar dentro del bol durante 10 minutos, tapada con papel film.
Mientras nuestra masa reposa comenzamos a preparar los rellenos. Para ello pelamos y troceamos en pequeños trozos las manzanas y las salteamos unos minutos en una sartén al fuego, con un trocito de mantequilla. Cuando veamos que la manzana comienza a ablandarse, la apartamos del fuego y la dejamos reposar en un plato.
Seguidamente preparamos el relleno de canela mezclando bien la panela, la canela y la mantequilla, que la tendremos blanda, en «punto de pomada». Cuando tengamos una crema unificada, como la que vemos en la siguiente foto, la reservamos.
Ahora que tenemos los dos rellenos preparados y que la masa ha reposado durante 10 minutos, comenzamos a preparar los rollos de canela. Ponemos la masa sobre una superficie enharinada. Notaréis que la masa ya no está pegajosa como antes; esto es gracias a que ha reposado. Formamos una bola haciendo unos pliegues a la masa, y con la ayuda de un rodillo la estiramos hasta formar un rectángulo.
Una vez formado el rectángulo, que tendrá un dedo de altura aproximadamente, extendemos encima la crema de canela, y sobre esta distribuimos el relleno de manzana. Hecho esto comenzamos a enrollar la masa sobre el relleno, hasta formar un rollo. Antes de cerrar el rollo completamente, pincelamos con un poco de agua el extremo final de la masa, en el que no habremos puesto relleno, para que así la masa se pegue y el rollo quede bien cerrado.
Seguidamente recortamos los extremos del rollo y lo dividimos en porciones iguales, cada una de estas será un futuro rollo de canela o cinnamon roll.
Colocamos nuestros rollos de canela y manzana en una bandeja de horno forrada con papel de hornear, tapamos la bandeja con papel film y dejamos que reposen durante 30 minutos en un lugar cálido. Esto lo hacemos para que los rollos doblen su volumen antes de ser horneados.
Tras el reposo pincelamos los rollos con un poco de leche, para que queden más dorados, y los llevamos al horno, que lo tendremos precalentado a 180 ºC con calor arriba y abajo, durante unos 15-20 minutos.
Pasados 20 minutos ya tenemos nuestros rollos de canela bien horneados y dorados.
Los dejamos reposar un par de minutos mientras preparamos el glaseado. Para ello mezclamos el azúcar glas con la canela y la leche, hasta conseguir un glaseado con una textura algo densa. Con la ayuda de una cuchara vertemos el glaseado sobre nuestros rollos de canela aún calientes.
Y en este punto tenemos dos opciones: dejar que se enfríen o comerlos recién hechos.
A continuación podéis ver el vídeo en el que yo misma preparo estos deliciosos bollos caseros.
