
La combinación de chocolate y pistacho es un clásico moderno que nunca falla. En esta tarta de chocolate se unen un bizcocho de pistacho casero, húmedo y lleno de textura, con una ganache de chocolate intensa y cremosa que envuelve cada capa. El resultado es una tarta vistosa, equilibrada y muy fácil de preparar, perfecta tanto para celebraciones como para darse un capricho especial en casa.
Es una receta que se puede organizar sin prisas: el bizcocho se puede preparar con antelación y montar la tarta cuando mejor nos venga. Además, no necesita almíbares ni rellenos complicados, porque el propio bizcocho ya queda jugoso y la ganache aporta toda la cremosidad necesaria.
Ingredientes
Para el bizcocho de pistacho:
- 220 g de harina
- 10 g de impulsor químico
- 180 g de azúcar
- 125 g de yogur griego natural sin azúcar
- 80 ml de aceite de oliva (o girasol)
- 4 huevos medianos
- 100 g de pistachos pelados sin sal
Para la ganache de chocolate:
- 200 g de chocolate (70% de cacao)
- 200 ml de nata para montar
- 30 g de mantequilla (opcional, para dar brillo)
Elaboración
Primero pelamos los pistachos. De una bolsa de 250 gramos, obtendremos unos 130 gramos de pistachos pelados: 100 gramos para el bizcocho y el resto para decorar nuestra tarta. Los machacamos ligeramente, buscando que queden trocitos visibles y no un polvo fino. Esto hará que el bizcocho tenga textura y un sabor más marcado.
Continuamos preparando el bizcocho. En un bol amplio batimos los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa. Añadimos el aceite y el yogur griego, y mezclamos hasta integrar. A continuación incorporamos la harina junto con el impulsor químico y, por último, los pistachos troceados. Mezclamos lo justo hasta obtener una masa homogénea, densa y sin grumos.

Vertemos la masa en un molde de 20 cm de diámetro, forrado con papel de horno, y horneamos a 180 °C, con calor arriba y abajo, durante unos 45–50 minutos. Si tenéis dos moldes del mismo tamaño, podéis dividir la masa en dos partes iguales y hornear dos bizcochos.

Una vez listo, y tras comprobar con un palillo que el bizcocho está bien horneado, lo sacamos del horno y lo dejamos reposar unos minutos en el molde. Después, lo desmoldamos y lo pasamos a una rejilla hasta que se enfríe por completo. En unas dos o tres horas estará frío y perfecto para montar la tarta. Aunque se puede preparar con un día de antelación.

Mientras el bizcocho se enfría, preparamos la ganache de chocolate. En mi caso he utilizado chocolate con un 70% de cacao, pero se puede utilizar chocolate con otros porcentajes, según vuestros gustos. Calentamos la nata hasta que comience a burbujear y la vertemos sobre el chocolate troceado. Dejamos reposar un par de minutos y removemos hasta que se funda y quede una crema lisa. Añadimos la mantequilla para darle brillo, removemos bien para que se funda e integre en la crema. Por último, dejamos que la ganache repose a temperatura ambiente durante 20-30 minutos, para que espese ligeramente. Si en vuestras casas hace mucho calor, os recomiendo reservar la ganache en el frigorífico.

Cuando el bizcocho esté frío, lo cortamos en dos partes iguales con la ayuda de un cuchillo de sierra. De este modo obtenemos dos bizcochos.

Cortamos también el copete superior del bizcocho, para que nuestra tarta quede bien nivelada. Colocamos un bizcocho, el que tenía el copete, sobre un plato y extendemos 3 o 4 cucharadas generosas de ganache. Colocamos encima el otro bizcocho, con la parte plana hacia arriba, y terminamos cubriendo la superficie y los laterales con el resto de la ganache. Por último decoramos con pistachos troceados.

Solo queda disfrutar de una tarta de chocolate y pistacho realmente irresistible.
A continuación os dejo el vídeo con el paso a paso de esta receta.
