Hace tiempo que tenía ganas de preparar la famosa tarta de queso «La Viña». Aunque también es conocida con otros nombres, como «tarta de queso vasca» o «tarta de queso quemada«, el más popular es «tarta de queso La Viña«, nombre del restaurante donde se originó. Se trata de una tarta de queso deliciosa y muy fácil de preparar, de aspecto rústico, y que se ha hecho muy popular en todo el mundo.
Una de las características de esta tarta de queso, que la diferencia de otras recetas de tarta de queso, es su superficie dorada y caramelizada. Además la textura de esta tarta es muy cremosa y agradable, no se hace nada pesada a la hora de comer. Su sabor es realmente muy rico y equilibrado. Es una tarta de queso sin más, no lleva ni base ni cobertura, pero os aseguro que no las necesita.
Ingredientes de la receta
- Queso crema (1 kg)
- Azúcar (400 g)
- Nata para montar o crema para batir con un 35% de materia grasa (500 ml)
- Huevos (7 medianos)
- Harina (1 cucharada sopera colmada)
(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.
Elaboración de la receta
Comenzamos forrando con papel de horno un molde redondo de 23 centímetros de diámetro; a poder ser un molde desmontable. Mojamos con un poco de agua un pliego de papel de horno, lo arrugamos hasta hacer una bola, lo estiramos de nuevo y lo colocamos dentro del molde. Al mojarlo el papel se ajustará más fácilmente al interior del molde. Colocamos, del mismo modo, un segundo pliego de papel de horno y reservamos el molde. El papel de horno debe sobresalir por las paredes del molde, ya que es una tarta que crece al hornear y esto evitará que la masa se desborde.
Ahora comenzamos a preparar la mezcla de queso, para ello tendremos todo los ingredientes a temperatura ambiente. En un bol ponemos el queso crema y lo mezclamos para que se vuelva cremoso. Seguidamente añadimos e integramos el azúcar, hasta conseguir una crema sin grumos. En este punto añadimos e integramos los huevos, de uno en uno.
Una vez que hayamos integrado los siete huevos en la mezcla, añadimos e incorporamos la harina. Por último incorporamos la nata (o crema para batir).
En este punto, que ya hemos mezclado todos los ingredientes, vertemos la crema resultante dentro del molde que preparamos al comienzo de la receta. Llevamos la tarta al horno, que lo tendremos precalentado a 220 ºC con calor arriba y abajo, durante unos 40-60 minutos.
El tiempo que os indico es orientativo, dependiendo del punto en el que queráis que os quede la tarta. Con unos 40-45 minutos quedará una tarta cremosa o semilíquida. Con 50-55 minutos la tarta quedará cuajada y cremosa. Con 60-65 minutos quedará una tarta más cuajada. También debéis tener en cuenta que todos los hornos no tienen las mismas características, por lo que los tiempos son aproximados y orientativos. Sabremos que nuestra tarta está en su punto cuando la superficie esté bien dorada, y cuando al mover el molde la tarta se tambalee como un flan. Esto último no debe preocuparos, la tarta se seguirá cuajando fuera del horno con su propio calor y quedará con una textura perfecta.
Pasados 55 minutos nuestra tarta de queso ya estará bien cocinada. La sacamos del horno y dejamos que se enfríe a temperatura ambiente. A medida que la tarta se vaya enfriando, irá bajando poco a poco de volumen. Cuando la tarta esté completamente fría, la reservamos en la nevera de un día para otro.
Tras las horas de reposo desmoldamos nuestra tarta y nos cortamos una buena porción.
A continuación os dejo el vídeo de esta receta, en el que además pruebo esta tarta por primera vez.
