Hoy vamos a preparar un helado casero muy especial. Se trata de un helado de fresa y plátano muy cremoso, sin apenas grasa y sin utilizar heladera.
Este helado casero de fresa y plátano se elabora triturando la fruta congelada. Las fresas aportan sabor y color a nuestro helado y, gracias al plátano, vamos a conseguir un helado muy cremoso, sin cristales de hielo y sin necesidad de añadir grasas, como nata o yogur. Además de su textura cremosa, el plátano también le aporta un sabor muy rico a este helado.
Por último, para hacer nuestro helado casero aún más irresistible, le vamos a añadir un poco de leche condensada. Este ingrediente le va a dar un toque aún más cremoso y dulce a nuestro helado.
Ingredientes de la receta
- Plátano (150 g)
- Fresas (150 g)
- Leche condensada (100 g)
(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.
Elaboración de la receta
Un día antes de preparar el helado congelamos la fruta. Pelamos y troceamos los 150 gramos de plátano que necesitamos para la receta. Ponemos las rodajas de plátano en una bolsa para congelar y la guardamos en el congelador. También lavamos, secamos y troceamos 150 gramos de fresas. Las ponemos en una bolsa para congelar y las llevamos al congelador. La fruta la podemos tener congelada varios días antes de hacer el helado.
En el momento de preparar el helado sacamos las frutas (ya congeladas) del congelador y las ponemos dentro de un bol, o en el vaso de la batidora. Añadimos también la leche condensada fría, recién sacada de la nevera.
Ahora con la ayuda de la batidora trituramos todos los ingredientes, hasta que la fruta quede bien triturada y se forme una crema helada. Durante el proceso pararemos de triturar en pequeños intervalos, para que nuestra batidora no se queme. Para elaborar esta receta también podéis utilizar una picadora, un robot de cocina o un procesador de alimentos.
En este punto ya tenemos nuestro helado terminado. Lo podríamos comer de inmediato, pero yo os aconsejo reservarlo unos 30 minutos en el congelador, ya que durante el triturado la fruta se habrá calentado un poco y el helado habrá perdido algo de frío y solidez.
Tras esos 30 minutos de reposo en el congelador, ya tenemos nuestro helado de fresa y plátano con una textura perfecta y listo para comer.
Sacamos unas bolas de helado, con una cuchara para helados, y las ponemos en un cuenco. Decoramos nuestro helado con una rodaja de plátano, un trozo de fresa y unas hojitas de hierbabuena.
A continuación podéis ver el vídeo en el que preparo y pruebo este rico helado.