Hoy os traigo una receta de pastel de manzana que me ha gustado bastante. Se trata de un pastel de manzana elaborado en una sartén al fuego, sin horno, y curiosamente «construido al revés».
A los pasteles elaborados de esta forma, «construidos al revés», con la fruta en la base y la masa arriba, se les conoce con el nombre de «tatín«, o como «pastel volteado» o «pastel del revés«.
Este pastel de manzana es muy fácil de preparar y el resultado es bastante bueno. La manzana queda caramelizada y el bizcocho muy esponjoso. Además es un pastel muy jugoso, gracias a la humedad que le aporta la manzana.
Esta ha sido la primera vez que he preparado un pastel de este tipo, en una sartén al fuego, y os aseguro que no va a ser la última.
Ingredientes de la receta
- Manzanas (2 medianas)
- Mantequilla (30 g)
- Azúcar (100 g)
- Harina (85 g)
- Impulsor químico (6 g)
- Sal (una pizca)
- Huevos (2 medianos)
- Aceite de oliva o girasol (50 ml)
- Yogur natural (30 g)
- Canela (1 cucharadita + 1 pizca)
- Esencia de vainilla (1 cucharadita)
- Ralladura de un limón
(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.
Elaboración de la receta
Comenzamos preparando la masa de bizcocho. Para ello en un bol ponemos 50 gramos de azúcar y la ralladura de limón. Mezclamos para que la piel del limón suelte su aroma en el azúcar. Seguidamente incorporamos los huevos y los batimos. Hecho esto añadimos el aceite, la esencia de vainilla y una cucharadita de canela. Mezclamos bien e incorporamos el yogur. Ahora añadimos una pizca de sal, el impulsor químico (o polvo para hornear) y la harina. Integramos con el resto de ingredientes hasta conseguir una masa lisa y sin grumos. En este punto reservamos la masa mientras continuamos con la receta.
Ahora pelamos las manzanas, las cortamos a la mitad, las descorazonamos y las cortamos en láminas no muy finas. Rociamos las láminas de manzana con un chorro de zumo de limón, para que no se oxiden, y las reservamos.
Hecho esto continuamos preparando el caramelo. Para ello ponemos una sartén al fuego, la misma sartén en la que vamos a preparar el pastel. En mi caso estoy utilizando una sartén de 20 centímetros de diámetro. Se puede utilizar una sartén algo más grande, aunque el pastel quedará más fino. Añadimos 50 gramos de azúcar y dejamos que se vaya formando el caramelo, a fuego bajo. Poco a poco el azúcar se funde y va tomando color ámbar. En este punto incorporamos a la sartén los 30 gramos de mantequilla. Cocinamos todo junto hasta que la mantequilla quede fundida y apagamos el fuego, para que el caramelo no se queme. Seguidamente colocamos las láminas de manzana dentro de la sartén, sobre el caramelo.
Una vez que hayamos colocado todas las láminas de manzana en la sartén, espolvoreamos por encima una pizca de canela, y seguidamente lo cubrimos todo con la masa de bizcocho que preparamos al comienzo de la receta.
En este punto encendemos de nuevo el fuego, a fuego bajo, tapamos la sartén con una tapadera y dejamos que nuestro pastel de manzana se cocine durante 20-25 minutos.
Pasados 22 minutos ya tenemos nuestro pastel de manzana bien cocinado. Para comprobar que está bien hecho, pinchamos el pastel con un palillo. Si el palillo sale limpio, apartamos la sartén del fuego. Si por el contrario el palillo sale con restos de masa, dejamos que nuestro pastel se cocine durante unos minutos más.
Ahora que nuestro pastel se ha atemperado durante 5 minutos fuera del fuego, lo volteamos sobre un plato.
Hecho esto, podemos dejar que nuestro pastel de manzana se enfríe completamente, o bien lo podemos comer templado, como más nos guste.
A continuación os dejo el vídeo de esta receta.