Preparaos porque hoy os traigo un postre muy sorprendente: unas macetas de chocolate rellenas de tiramisú.
Lo más destacable y sorprendente de este postre es la presentación. Se trata de un trampantojo: algo que parece una cosa, pero que en realidad es otra. En este caso parece una maceta de hierbabuena, pero en realidad se trata de un rico postre de chocolate relleno de tiramisú.
Este postre se puede comer de diferentes maneras, tanto escarbando con una cuchara entre la «tierra», como cortando verticalmente las macetas en porciones iguales y comiéndolas con la mano. Esta segunda forma es la que a mí más me gusta y la que os recomiendo, ya que se saborean todos los ingredientes por igual.
La capa de chocolate que forma la maceta queda muy fina, y cuando nos la metemos en la boca se funde, dejando un sabor muy agradable a cacao. El tiramisú queda con un rico sabor, tanto la mousse de queso mascarpone como los bizcochos mojados en café combinan muy bien.
Y no os dejéis impresionar por el resultado, os aseguro que es un postre muy fácil de preparar y está riquísimo.
Ingredientes de la receta
Para elaborar 3 macetas de chocolate rellenas necesitamos:
- Chocolate (200 g)
- Cacao en polvo (2 cucharaditas)
- Galletas Oreo (6)
- Queso mascarpone (200 g)
- Nata para montar (150 ml)
- Azúcar (40 g)
- Bizcochos de soletilla (6)
- Café (1 tacita)
- Hierbabuena
(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.
Elaboración de la receta
Comenzamos preparando las macetas de chocolate. Para hacerlas vamos a utilizar como molde unos vasos de cartón. Hoy en día los encontramos fácilmente en cualquier supermercado. Recortamos el borde del vaso y con las tijeras hacemos un corte en la pared del vaso. Esto lo hacemos para posteriormente desmoldar la maceta con mayor facilidad.
A continuación derretimos el chocolate troceado. Lo haremos en el microondas en intervalos cortos, de pocos segundos, para que el chocolate no se queme. Una vez derretido vamos poniendo cucharadas de chocolate dentro del vaso de cartón, de tal modo que tanto las paredes del vaso como el fondo queden bien cubiertos. Volteamos el vaso sobre el bol en el que tenemos el chocolate fundido y golpeamos ligeramente, para que caiga el chocolate sobrante. Hecho esto reservamos el vaso en la nevera durante 15 minutos, para que el chocolate se solidifique.
Pasados los 15 minutos volvemos a cubrir el interior del vaso con otra fina capa de chocolate. Nos ayudaremos con el dorso de una chuchara para extender bien el chocolate. Queremos que nos quede un recipiente de chocolate fino a la vez que resistente, de ahí que apliquemos esta segunda capa. Reservamos nuevamente en la nevera durante otros 15 minutos, o hasta que al tocar el chocolate notemos que está sólido.
Mientras tanto comenzamos a preparar la crema de queso para el relleno de tiramisú. Abrimos las galletas Oreo y las quitamos el relleno. Reservamos las galletas para utilizarlas más adelante. Ponemos el relleno de las Oreo en un bol junto con el queso mascarpone y los 40 gramos de azúcar. Mezclamos bien hasta conseguir una crema.
Hecho esto reservamos la crema y comenzamos a montar la nata con unas varillas. Este paso también se puede hacer con unas varillas eléctricas. Es importante que la nata esté bien fría a la hora de montarla y que tenga un 35% de materia grasa. Pasados unos 5 minutos nuestra nata ya estará bien espesa y montada. Ponemos la mitad de la nata junto con la mezcla de queso y batimos ligeramente. Seguidamente añadimos el resto de nata y la integramos con movimientos envolventes, hasta conseguir una mousse.
En este punto ponemos la mousse de queso en una manga pastelera y la reservamos unos minutos en la nevera.
Ahora que el chocolate ya ha reposado otros 15 minutos en la nevera, es el momento de desmoldarlo. Buscamos el corte que hicimos en la pared del vaso al comienzo de la receta y, tirando del cartón, lo vamos rompiendo. Este paso lo haremos con delicadeza y sin apretar para que el chocolate no se rompa. El cartón se despegará perfectamente del chocolate dejando al descubierto nuestra maceta. Si en este punto notamos que el chocolate se funde ligeramente, reservamos nuestra maceta unos minutos en la nevera.
Una vez que hayamos desmoldado las tres macetas, las rebozamos en caco puro en polvo para darlas un efecto más real.
Hecho esto comenzamos a rellenar nuestras macetas de chocolate. Mojamos los bizcochos de soletilla en café y los colocamos en el fondo de cada maceta. Cubrimos con una capa de mousse de queso y colocamos encima otra capa de bizcochos remojados en café. Encima ponemos otra capa de mousse de queso. Por último reservamos nuestras macetas rellenas en la nevera durante 2 horas.
Tras las horas de reposo y en el momento de servirlas, sacamos las macetas rellenas de la nevera y las decoramos. Machacamos las galletas Oreo, sin crema, que habíamos reservado anteriormente, hasta conseguir una «tierra de Oreo». Cubrimos la superficie de nuestras macetas con esta «tierra de Oreo», de tal modo que la mousse de queso quede totalmente oculta. Por último colocamos unas ramitas de hierbabuena en cada una de nuestras macetas… y ya tenemos nuestras macetas de chocolate rellenas de tiramisú listas para sorprender.
A continuación os dejo el vídeo de la receta, para que podáis ver como yo misma la preparo.
