Hoy os dejo una nueva receta de tarta de queso sin horno, muy rica y fácil de preparar. Se trata de un cheesecake de arándanos con chocolate blanco y un toque refrescante de limón. El resultado es una tarta golosa, sin resultar empalagosa, con muchos contrastes de sabor y textura. En el interior nos encontramos con una deliciosa mermelada arándanos entremezclada con una crema de queso suave y aireada. Además, pondremos una base de galleta con un toque crujiente de frutos secos que acompaña de maravilla al conjunto de la tarta.
Aunque es una tarta con varias elaboraciones, os aseguro que todas ellas son muy sencillas y fáciles de preparar. Merece mucho la pena preparar este cheesecake de arándanos, queda muy vistoso y es realmente delicioso.
( Más abajo tienes el vídeo de esta receta )
Ingredientes de la receta
- Queso crema (550 g)
- Chocolate blanco (200 g)
- Nata para montar (300 ml)
- Azúcar glas (30 g)
- Ralladura de limón (2 limones)
- Gelatina (3 hojas, equivalentes a 5 g)
Para la mermelada de arándanos:
- Arándanos (300 g)
- Azúcar (50 g)
- Zumo de limón (20 ml)
Para la base:
- Galletas Digestive (140 g)
- Frutos secos (30 g)
- Mantequilla (60 g)
- Ralladura de limón (1 limón)
Elaboración de la receta
Comenzamos preparando la mermelada de arándanos para que se vaya enfriando. En una olla al fuego ponemos 300 gramos de arándanos, frescos o congelados, junto con 50 gramos de azúcar y 20 mililitros de zumo de limón (medio limón pequeño aprox.). Cocinamos a fuego medio-bajo durante 10 minutos, hasta que se forme una mermelada.
Pasados 10 minutos apartamos la olla del fuego, ponemos la mermelada en un bol y dejamos que se enfríe por completo.
Ahora derretimos el chocolate blanco, ya que tiene que estar frío antes de incorporarlo a la mezcla de queso. En un bol ponemos 200 gramos de chocolate blanco para postres junto con 60 mililitros de nata para montar. Calentamos en el microondas en intervalos de pocos segundos para que el chocolate no se queme. Mezclamos bien para que el chocolate se derrita por completo y quede integrado con la nata. Reservamos mientras continuamos con la receta.
Seguidamente preparamos la base de la tarta. En una bolsa con cierre zip ponemos 140 gramos de galletas Digestive y 30 gramos de frutos secos naturales. Machacamos bien y ponemos la mezcla resultante en un bol. Añadimos también la ralladura de un limón y 60 gramos de mantequilla derretida. Mezclamos para conseguir una mezcla humedecida. Ponemos esta mezcla dentro de un molde de 18-20 centímetros de diámetro y aplastamos para formar una base compacta. Reservamos el molde en el congelador mientras continuamos con la receta.
Continuamos poniendo a hidratar en agua fría 3 hojas de gelatina (equivalentes a 5 gramos). Dejamos reposar unos 5 minutos. Mientras tanto, en un bol grande mezclamos 55o gramos de queso crema, que lo tendremos a temperatura ambiente, junto con 30 gramos de azúcar glas y la ralladura de dos limones. En este punto que la gelatina está hidratada, la sacamos del agua y sin escurrirla la ponemos en un cuenco. Es importante no escurrir la gelatina, necesitamos que tenga agua, ya que no la vamos a mezclar con ningún líquido. Llevamos el cuenco con la gelatina al microondas un par de segundos para que se vuelva líquida. De inmediato, integramos la gelatina líquida en la mezcla de queso.
Hecho esto, vertemos en la mezcla de queso el chocolate blanco que derretimos al comienzo de la receta y que ya está frío. Integramos bien hasta conseguir una mezcla suave y sin grumos. Os recuerdo que es importante que el chocolate no esté caliente y que el queso esté a temperatura ambiente, para que nos quede una mezcla perfecta y sin grumos.
Seguidamente en un bol ponemos 24o mililitros de nata para montar bien fría, y con unas varillas la montamos hasta que se formen surcos firmes. Una vez tengamos la nata montada, la integramos con movimientos suaves en la mezcla de queso. De este modo conseguiremos una tarta con textura aireada, tipo mousse.
Ahora que tenemos la mezcla de queso preparada comenzamos a montar la tarta dentro del molde, sobre la base de galleta. Ponemos una capa de la mezcla de queso y encima distribuimos unas cucharadas de la mermelada de arándanos. Entremezclamos la mermelada formando espirales. Ponemos otra capa de la mezcla de queso, con cuidado de que no se mezcle con la capa de abajo y distribuimos encima más mermelada. Terminamos colocando el resto de la mezcla de queso y decoramos la superficie con la mermelada que nos queda.
Reservamos nuestro cheesecake de arándanos y chocolate blanco en el frigorífico de un día para otro.
Tras el tiempo de reposo y en el momento de comerla, retiramos el molde y ya tenemos esta deliciosa tarta de queso lista para disfrutar.
A continuación os dejo el vídeo con el paso a paso de esta receta.