Hoy os traigo una nueva receta de tarta de queso que está para chuparse los dedos. Se trata de un cheesecake de café sin horno y muy fácil de preparar.
Este cheesecake de café se come bien frío, tiene un intenso sabor a café y combina muy bien con la base de galletas de chocolate. Su textura es muy suave, tipo mousse, y al comerlo no resulta empalagoso, es ligero y refrescante.
Si os gusta el café, os recomiendo que preparéis esta rica tarta de queso, ya que es un postre que os va a sorprender.
Ingredientes de la receta
- Queso crema (500 g)
- Nata para montar (250 ml)
- Café instantáneo (20 g)
- Azúcar glas (160 g)
- Gelatina (3 hojas, equivalentes a 5 g)
- Galletas María de chocolate (180 g)
- Mantequilla (80 g)
(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.
Elaboración de la receta
Comenzamos preparando una nata de café. Para ello calentamos 250 mililitros de nata para montar (o crema para batir) con un 35% de materia grasa. Calentamos la nata lo justo, simplemente para que el café se disuelva. Una vez caliente añadimos e integramos 20 gramos de café instantáneo, normal o descafeinado.
Mezclamos bien hasta que el café quede disuelto y totalmente integrado con la nata. En este punto tapamos el recipiente y reservamos esta nata de café en la nevera un mínimo de 2 horas. Es importante que la nata esté bien fría posteriormente, en el momento de utilizarla. Esta elaboración la podemos hacer un día antes.
Pasadas 2 horas comenzamos a preparar nuestra tarta. Empezamos por la base de galleta. Para ello machacamos 180 gramos de galletas María de chocolate y las mezclamos con 80 gramos de mantequilla derretida. Mezclamos bien hasta que toda la galleta quede humedecida. Hecho esto, ponemos esta mezcla dentro de un molde de 20 centímetros de diámetro y aplastamos hasta formar una base compacta. Por último reservamos el molde en el congelador mientras continuamos con la receta.
Ahora ponemos a hidratar en abundante agua fría 3 hojas de gelatina, que equivalen a 5 gramos de gelatina. Reservamos durante unos 5 minutos.
Mientras tanto en un bol grande batimos suavemente 500 gramos de queso crema, que lo tendremos a temperatura ambiente. Seguidamente añadimos 160 gramos de azúcar glas y la integramos en el queso, hasta que se forme una crema sin grumos.
En este punto, que ya han pasado 5 minutos y las hojas de gelatina ya están hidratadas, las escurrimos del agua y las colocamos en un cuenco. Seguidamente las calentamos durante un par de segundos en el microondas para que se vuelvan líquidas.
Vertemos la gelatina líquida sobre la mezcla de queso y mezclamos, hasta que quede bien integrada.
Hecho esto vertemos, sobre la mezcla de queso, la nata de café que preparamos al comienzo de la receta, que ya estará bien fría.
Y con la ayuda de unas varillas eléctricas batimos la mezcla durante unos minutos, hasta que en la crema se formen surcos.
Por último distribuimos esta crema de queso y café dentro del molde, sobre la base de galleta. Alisamos la superficie, tapamos el molde y reservamos nuestro cheesecake de café en la nevera de un día para otro.
Tras las horas de reposo desmoldamos nuestra tarta y la decoramos al gusto. En mi caso la he decorado con unos copetes de nata montada, unos cacahuetes cubiertos de chocolate y un poco de café soluble. Para la nata he utilizado 125 mililitros de nata para montar (o crema para batir) con un 35% de materia grasa y una cucharada de azúcar glas.
A continuación os dejo el vídeo con el paso a paso de esta receta.