Hace unos días encontré en el mercado fresas a muy buen precio y con una pinta estupenda. Estamos en plena temporada de fresas y por ello su precio es bastante asequible. Por ello decidí comprar una caja entera de fresas y preparar con ellas una rica mermelada de fresa casera.
La mermelada de fresa hecha en casa queda muy rica, con mucho sabor a fresa y perfecta de dulzor, a nuestro gusto. Además queda con una textura densa y bien reducida.
Hacer mermelada en casa es bastante fácil. Y al ser una mermelada casera, siempre podemos prepararla a nuestro gusto: se puede aromatizar, variar la cantidad de azúcar, para que quede más o menos dulce, o bien utilizar otros tipos de azúcar, como azúcar moreno, azúcar de coco, panela, etc.
Respecto al dulzor de nuestra mermelada, la proporción de azúcar habitual para elaborar una mermelada de fresa casera es de medio kilo de azúcar por cada kilo de fresas. Esto puede variar en función del tipo de endulzante que utilicemos, así como del punto de maduración de las propias fresas. Si nos gusta más o menos dulce, podemos variar la cantidad de azúcar, a más o a menos. Es otra ventaja de preparar mermelada en casa.
Ingredientes de la receta
- Fresas (1 kg)
- Azúcar (450 g)
- Zumo de medio limón
(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.
Elaboración de la receta
Comenzamos lavando las fresas, las quitamos el tallo y las cortamos en pequeños trozos. Al cortarlas procuramos que todos los trozos tengan el mismo tamaño. Vamos poniendo las fresas troceadas dentro de una olla.
Ahora que hemos troceado todas las fresas, añadimos a la olla el azúcar y el zumo de limón. El limón aportará un punto de acidez, ayudará a conservar la mermelada y aportará pectina, lo que ayudará a que nuestra mermelada espese. En este punto llevamos la olla al fuego, a fuego alto. En el momento en el que las fresas y los jugos comiencen a hervir, bajamos la intensidad del fuego, a fuego medio-bajo, y dejamos que se vaya formando la mermelada. Este proceso tardará unos 45-60 minutos.
Removemos de vez en cuando para ayudar a que las fresas se deshagan.
Pasados 30 minutos las fresas ya están blandas, la mezcla ha reducido y ha desaparecido la espuma que se había formado en la superficie. Además la mezcla tiene un bonito color rojo.
Continuamos removiendo la mermelada, poniendo cuidado y atención a las salpicaduras.
Tras 50 minutos ya tenemos nuestra mermelada de fresa terminada. Ha espesado y ha quedado con una textura perfecta, en la que se ven algunos trocitos de fresas. Si a vosotros no os gusta encontrar trocitos de fresas, podéis triturar la mermelada con la batidora. Debemos tener en cuenta que, al enfriarse, la mermelada espesará algo más.
Apartamos la olla del fuego y repartimos nuestra mermelada (aun caliente) dentro de unos botes de cristal, que previamente habremos limpiado y secado bien. Con esta cantidad de mermelada llenaremos dos botes de cristal de unos 370 gramos de capacidad (cada uno).
Cerramos los botes con la tapadera, apretando bien, y los volteamos para que se haga el vacío. De este modo nuestra mermelada se conservará mejor y durante más tiempo. Dejamos que nuestra mermelada se enfríe completamente, y una vez fría la reservamos en la nevera. Se conservará perfectamente durante unos 10-15 días.
Una vez fría abrimos uno de los botes de mermelada y la disfrutamos con una rebanada de pan… o como más nos guste.
A continuación os dejo el vídeo con el paso a paso de esta receta.
