Aprovechando que estamos en plena temporada de cerezas (y picotas), os he querido traer esta trenza de hojaldre rellena de cerezas. Se trata de una receta fácil con hojaldre y fruta, que queda muy rica y sabrosa, debido a que las cerezas se ablandan y sueltan todo su jugo y sabor al cocinarse en el horno.
Esta trenza de hojaldre rellena de cerezas es perfecta para tomar de postre, acompañada de una bola de helado, o para merendar con un té frío.
Para los que prefiráis la manzana a las cerezas, os recuerdo que hace un tiempo publiqué la receta de una trenza de hojaldre rellena de manzana y nueces que también está deliciosa.
INGREDIENTES
(para 6-8 personas)
- 1 masa de hojaldre (230-275 gramos)
- 400 gramos de cerezas (o picotas)
- 3 cucharadas soperas de azúcar
- 1 cucharada sopera de Maizena (harina refinada de maíz)
- 1 huevo
ELABORACIÓN
Comenzamos deshuesando las cerezas o picotas. Para ello las abrimos por la mitad y, con los dedos, las quitamos el hueso. Esta es la parte más entretenida de la receta pero, cuando se le coge el truco, se hace en un momento.
Una vez que tengamos todas las cerezas deshuesadas las ponemos en un bol, junto al azúcar y la Maizena, y mezclamos bien. Añadimos aquí Maizena para que, al juntarse con los jugos que soltarán las cerezas al hornearse, se forme una salsa densa y sabrosa para nuestro relleno.
Dejamos reposar las cerezas, con el azúcar y la Maizena.
Ahora estiramos la masa de hojaldre. Podemos utilizar una masa que tenga forma redonda o rectangular, es indiferente.
Con un cuchillo marcaremos nuestra masa, dividiéndola en tres partes: una zona central rectangular, donde colocaremos el relleno de cerezas; y dos zonas laterales, a las que añadiremos unos cortes transversales de unos 2 centímetros de ancho, como se muestra en la siguiente foto:
Con las tiras de hojaldre que hemos cortado en los laterales de la masa iremos tapando las cerezas y formando la trenza. Para ello vamos poniendo, alternativamente, tiras de hojaldre de un lado y del otro sobre el relleno de cerezas, hasta que la trenza esté bien formada y cerrada.
Ahora ponemos la trenza sobre una bandeja de horno, la pincelamos con huevo batido (para que quede bien dorada) y espolvoreamos un poco de azúcar en toda la superficie de la trenza.
Y ya solo nos queda llevar la trenza al horno, precalentado a 180 ºC, hasta que veamos que está bien dorada (unos 25-30 minutos).
Cuando esté bien hecha, la sacamos del horno y dejamos que se enfríe completamente para poder comerla.
VÍDEO