Aprovechando que ahora mismo los mangos están de temporada y tienen un buen precio, vamos a preparar una tarta con esta fruta. Se trata de un cheesecake de mango y chocolate blanco, elaborado sin horno.
Este cheesecake de mango es muy fácil de preparar y el resultado nos ha encantado. Queda con una mezcla de sabores muy agradable; se percibe el sabor del queso, el toque dulce del chocolate blanco… Pero lo que más destaca es el sabor del propio mango. Por otro lado su textura es muy sorprendente ya que, aunque se elabora con gelatina, queda con una textura suave y cremosa.
Si os gustan las tartas de queso y el mango, os animo a que preparéis esta rica tarta que combina lo mejor de ambos.
Ingredientes de la receta
- Queso crema (400 g)
- Yogur griego natural sin azúcar (50 g)
- Chocolate blanco (250 g)
- Mangos (2 maduros, unos 800 g)
- Zumo de limón (2 cucharadas)
- Gelatina (6 hojas, equivalentes a 10 g)
- Galletas Digestive (130 g)
- Mantequilla (50 g)
(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.
Elaboración de la receta
Comenzamos preparando la base de galleta. Para ello machacamos 130 gramos de galletas Digestive y las mezclamos con 50 gramos de mantequilla derretida. Cuando toda la galleta esté húmeda, la ponemos en un molde, la repartimos bien y aplastamos hasta formar una base compacta. Hecho esto reservamos el molde en el congelador mientras continuamos con la receta. En esta ocasión he utilizado un molde de 18 centímetros de diámetro de silicona desmontable. Si vosotros utilizáis un molde metálico, os recomiendo que lo forréis con papel de horno para que la tarta se desmolde con facilidad.
A continuación ponemos en un bol 250 gramos de chocolate blanco troceado. Lo derretimos en el microondas, en intervalos cortos de pocos segundos, para que el chocolate no se queme. Una vez fundido, lo reservamos y dejamos que se atempere.
Ahora ponemos a hidratar en abundante agua fría 6 hojas de gelatina (equivalentes a 10 gramos). Mientras estas se hidratan continuamos con la receta.
Seguidamente pelamos 2 mangos maduros (equivalentes a unos 800 gramos de peso en total), los cortamos a ras del hueso y los troceamos. Ponemos los trozos de mango en el vaso de la batidora y trituramos hasta conseguir un puré cremoso. En total obtendremos unos 500 mililitros de puré de mango.
Hecho esto separamos dentro de un cuenco 7 cucharadas soperas de puré de mango. Reservamos este puré para decorar la tarta al final de la receta.
En otro cuenco ponemos unas 5 cucharadas soperas de puré de mango. Este puré lo utilizaremos para diluir las hojas de gelatina. Lo calentamos durante unos segundos en el microondas. En este punto de la elaboración las hojas de gelatina ya estarán hidratadas. Las escurrimos del agua y las ponemos dentro del cuenco en el que tenemos el puré de mango caliente. Mezclamos bien hasta que la gelatina se diluya y quede integrada en el puré.
Incorporamos este puré de mango con gelatina al resto del puré, mezclamos bien y reservamos.
En un bol ponemos 400 gramos de queso crema, que lo tendremos a temperatura ambiente. Lo mezclamos con una espátula para que quede cremoso y sin grumos. Seguidamente incorporamos 50 gramos de yogur griego, que también lo tendremos a temperatura ambiente. Es importante que todos los ingredientes que utilizamos en este paso estén a temperatura ambiente. Incorporamos y mezclamos el chocolate blanco que derretimos anteriormente. El chocolate debe estar derretido, fluido, pero no caliente (de lo contrario quedarían grumos al mezclarlo con el queso).
Por último incorporamos, en la mezcla de queso y chocolate, el puré de mango mezclado con la gelatina (los 500 ml menos las 7 cucharadas reservadas para decorar). Integramos bien el conjunto de ingredientes hasta conseguir una crema unificada.
Vertemos la crema de queso, mango y chocolate dentro del molde, sobre la base de galleta. Y distribuimos en la superficie las 7 cucharadas de puré de mango que reservamos para la decoración. Con la ayuda de un palillo mezclamos el puré de mango con la crema, dibujando espirales.
Hecho esto reservamos nuestra tarta en la nevera, bien tapada, de un día para otro.
Tras las horas de reposo y en el momento de comerla, desmoldamos nuestra tarta. Con la ayuda de un cuchillo separamos la tarta de las paredes del molde y retiramos el aro. Ya tenemos terminado nuestro cheesecake de mango y chocolate blanco.
A continuación podéis ver el vídeo con el paso a paso de esta receta.