Hoy os traigo una receta de galletas de pipas. Unas galletas saladas muy fáciles y rápidas de preparar, elaboradas con semillas de girasol.
Estas galletas de pipas quedan muy ricas. La parte exterior de la galleta queda crujiente y el interior muy tierno. Además el sabor es muy rico, ya que en cada bocado nos encontramos un montón de pipas.
Son unas galletitas saladas perfectas para tomar de tentempié a media mañana o para acompañar unos quesos o embutidos.
Ingredientes de la receta
- Harina de trigo (125 g)
- Impulsor químico (3 g)
- Sal (3 g)
- Huevo (1 mediano)
- Agua (25 ml)
- Aceite de oliva (25 ml)
- Pipas de girasol peladas (50 g)
- Lascas de sal
(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.
Elaboración de la receta
En un bol ponemos la harina junto con el impulsor químico (o levadura química) y la sal. Mezclamos ligeramente y añadimos el huevo, el agua y el aceite. Mezclamos todos los ingredientes hasta unificarlos en una masa.
En este punto que ya tenemos la masa terminada, añadimos e integramos las pipas de girasol.
Seguidamente comenzamos a formar las galletas. Con una cucharilla cogemos pequeñas porciones de masa y formamos bolitas entre las palmas de las manos. No resulta una masa de galletas muy pegajosa, pero nos podemos poner una gotita de aceite en las manos para formar mejor las galletas.
A medida que vamos formando bolitas, las vamos colocando en una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Una vez que hayamos formado todas las galletas, unas veinte, aplastamos cada bolita ligeramente con el dorso de una cuchara.
Añadimos unas lascas de sal en la superficie de cada galleta y las llevamos al horno, que lo tendremos precalentado a 180 ºC con calor arriba y abajo, durante unos 12-15 minutos.
Pasados 15 minutos ya tenemos nuestras galletas de pipas bien cocinadas. Si queremos que nuestras galletas queden más doradas y crujientes, las hornearemos durante un par de minutos más en la parte superior del horno.
Con cuidado de no quemarnos colocamos las galletas sobre una rejilla y las dejamos que se enfríen completamente. Una vez frías ya las podremos disfrutar.
A continuación os dejo el vídeo de esta receta.