Hoy quiero compartir con vosotros un postre clásico del verano que me encantaba cuando era niña: limón helado. Se trata de una receta muy fácil de preparar en casa y con un resultado estupendo. En esta ocasión he elaborado el limón helado con yogur griego, en lugar de con nata para montar, que es uno de los ingredientes habituales. El yogur griego aporta a este helado una cremosidad única, pero apenas le da sabor.
Este limón helado de yogur griego es un postre refrescante, con mucho sabor a limón y con una textura cremosa y agradable.
Ingredientes de la receta
- Limones (4)
- Leche condensada (200 g)
- Yogur griego (200 g)
(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.
Elaboración de la receta
Comenzamos lavando y secando cuatro limones medianos. Cortamos la parte inferior de los limones, lo justo para que estos se mantengan en pie.
Seguidamente cortamos el otro extremo del limón, lo suficiente para que podamos vaciar los limones. Reservamos este extremo o «capirote» que hemos cortado.
Ahora con un cuchillo cortamos la pulpa del limón, bordeando la pulpa y la cáscara.
Con la ayuda de una cuchara vaciamos toda la pulpa y el zumo del limón. Este paso lo haremos con cuidado para no romper los limones. Vamos poniendo toda la pulpa de los limones sobre un colador.
En este punto, que ya hemos vaciado los cuatro limones, los guardamos dentro de una bolsa para congelar alimentos, o bien en un tupper, y los reservamos en el congelador mientras continuamos con la receta.
Continuamos aplastando bien la pulpa de los limones, hasta conseguir todo el zumo. Para esta receta vamos a utilizar todo el zumo de limón que obtengamos, en mi caso unos 200 mililitros.
Seguidamente integramos, poco a poco, el zumo de limón con 200 gramos de leche condensada. Hecho esto, integramos también 200 gramos de yogur griego natural sin azúcar. Opcionalmente podemos añadir la ralladura de medio limón.
Ahora que tenemos una mezcla homogénea, la distribuimos dentro de los limones. Reservamos estos en el congelador un mínimo de 4 horas. También reservamos en el congelador la mezcla de limón que nos ha sobrado.
Tras las horas de reposo sacamos nuestros limones helados del congelador y los terminamos de rellenar con la mezcla de limón, que ya estará helada.
Ponemos el capirote superior a cada uno de nuestros limones y los servimos de inmediato. También se pueden reservar nuevamente en el congelador, hasta el momento de comerlos.
A continuación os dejo el vídeo de esta receta.