Hoy os traigo una deliciosa tarta de coco y almendra, muy similar a los populares bombones Raffaello. De hecho esta tarta de coco está elaborada con los mismos ingredientes que los bombones Raffaello.
La tarta tiene dos elaboraciones: por un lado haremos un bizcocho esponjoso con sabor a almendra, y por otro lado haremos una crema, que nos servirá tanto para el relleno como para la cobertura de la tarta. Esta cobertura está elaborada a base de chocolate blanco, queso crema, coco y nata.
Sin duda es una tarta con una mezcla de sabores y texturas muy especial, perfecta para cualquier tipo de celebración.
Ingredientes de la receta
Para el bizcocho:
- 6 huevos
- 100 gramos de almendra molida
- 125 gramos de harina
- 200 gramos de azúcar
- Una pizca de sal
Para el relleno y la cobertura:
- 200 gramos de chocolate blanco
- 250 gramos de queso crema
- 500 mililitros de nata para montar (o crema para batir) con un 35% de materia grasa
- 50 mililitros de leche de coco (de lata)
- 50 gramos de coco rallado
- 30 gramos de azúcar glas
Para el montaje y la decoración:
- 150 gramos de leche de coco (de lata)
- 100 gramos de coco rallado
- Bombones Raffaello
- Almendras picadas
Elaboración de la receta
Comenzamos preparando el bizcocho. Para ello separamos las yemas de las claras en dos boles. Mezclamos las yemas y las reservamos.
Seguidamente ponemos una pizca de sal en las claras y con unas varillas eléctricas comenzamos a montarlas. Cuando estén espumosas, y sin parar de batir, vamos agregando el azúcar, hasta que las claras estén bien montadas y brillantes. En este punto agregamos las yemas y mezclamos con movimientos suaves.
Añadimos la almendra molida y la harina, e integramos suavemente hasta que todos los ingredientes estén unificados.
Vertemos la masa de bizcocho sobre un molde de 23 centímetros de diámetro y lo horneamos durante 40-45 minutos, con el horno precalentado a 180 ºC, con calor arriba y abajo.
Tras el tiempo de horneado sacamos el bizcocho del horno y lo dejamos templar durante 10 minutos dentro del molde. Pasado este tiempo desmoldamos el bizcocho sobre una rejilla y dejamos que se enfríe completamente.
Mientras se enfría el bizcocho comenzamos a preparar el relleno. Para ello derretimos el chocolate junto con la leche de coco en el microondas, en intervalos de pocos segundos para que no se nos queme el chocolate. Mezclamos bien, hasta que el chocolate esté bien derretido e integrado con la leche de coco, y dejamos que se enfríe.
Ahora en un bol amplio, y ayudándonos de unas varillas eléctricas, batimos el queso crema. Añadimos el chocolate derretido, que ya estará frío, y con las varillas batimos de nuevo. Reservamos esta mezcla mientras montamos la nata.
En un bol ponemos la nata bien fría y comenzamos a montar con unas varillas eléctricas. Cuando esté semimontada añadimos el azúcar glas, sin parar de montar. En el momento en el que se formen surcos firmes en la nata ya la tendremos bien montada.
Seguidamente, en el bol donde tenemos la mezcla de chocolate blanco, leche de coco y queso crema, vamos incorporando en dos o tres tandas la nata recién montada. Mezclaremos con movimientos suaves y envolventes para no estropear la nata montada.
Cuando todo esté unificado agregamos el coco rallado y lo integramos del mismo modo. En este punto ya tenemos nuestra crema terminada, que utilizaremos tanto para el relleno como para la cobertura. Reservamos esta crema en la nevera mientras procedemos a cortar el bizcocho.
Ahora que tenemos el bizcocho frío lo cortamos, ayudándonos de un cuchillo de sierra, de tal modo que obtengamos tres bizcochos, tal y como se ve en la siguiente foto.
Colocamos uno de los bizcochos (el que tiene el copete) sobre el plato en el que vamos a montar la tarta. Seguidamente ponemos unas cucharadas de leche de coco, repartiéndola por la superficie del bizcocho.
A continuación ponemos encima unas cucharadas de la crema que hemos preparado anteriormente y la extendemos bien.
Sobre la crema ponemos otro bizcocho y hacemos la misma operación: ponemos leche de coco y extendemos unas cucharadas de crema.
Tapamos esta última capa con el último bizcocho que nos queda, que en realidad es la parte inferior del bizcocho que horneamos originalmente. De esta forma la parte superior de la tarta queda plana.
Ponemos de nuevo leche de coco y crema. Repartimos y alisamos bien la crema, tanto por la superficie como por los laterales de la tarta. Reservamos la tarta en la nevera durante 30-45 minutos, para que esta primera capa de cobertura se adhiera bien.
Tras el reposo añadimos una segunda capa exterior con la crema que nos queda, repartiéndola y alisándola bien por toda la tarta. Espolvoreamos una buena cantidad de coco rallado por la superficie y por los laterales de la tarta, de tal modo que quede bien cubierta. Finalmente decoramos la superficie de nuestra tarta con unos bombones Raffaello y unas almendras troceadas.
La reservamos en la nevera hasta el momento de comerla.
A continuación os dejo la vídeo-receta con el paso a paso de esta tarta de coco y almendra.