Hoy vengo con una tarta de queso y chocolate, sin horno y muy fácil de preparar, con la que he querido versionar el popular helado italiano de «stracciatella«.
Esta tarta de queso stracciatella queda con una combinación de sabores muy rica. Por un lado se percibe el sabor del queso y por otro lado el sabor del chocolate, aunque este último está integrado en la propia crema de queso. Además, al comer la tarta, nos encontramos con los trozos crujientes de chocolate que se deshacen en la boca. La textura de la tarta es muy cremosa y algo aireada, tipo mousse, y no se hace pesada a la hora de comerla.
Sin duda es una receta de tarta de queso muy rica y vistosa, perfecta para los fans de la mezcla de sabores, ácidos y dulces, de la stracciatella.
Ingredientes de la receta
Para la tarta de queso stracciatella:
- Queso crema (400 g)
- Nata para montar o crema para batir con un 35% de materia grasa (190 ml)
- Chocolate (100 g)
- Azúcar glas (100 g)
- Leche (60 ml)
- Gelatina en polvo (5 g)
- Esencia de vainilla (una cucharadita)
Para la ganache de chocolate (decoración de la tarta):
- Chocolate (30 g)
- Nata para montar o crema para batir (30 g)
Para la base de galletas:
- Galletas (180 g)
- Mantequilla (60 g)
(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.
Elaboración de la receta
Comenzamos preparando la base de galleta. Trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla derretida. Seguidamente vertemos esta mezcla dentro de un molde redondo de 20 centímetros de diámetro, forrado con papel de hornear. Distribuimos y aplastamos la galleta en la base del molde, hasta formar una base compacta. Por último reservamos el molde en el congelador, mientras continuamos con la receta.
Seguidamente hidratamos la gelatina. Incorporamos la gelatina a una taza con leche fría, mezclamos y dejamos reposar durante 5 minutos. Pasado este tiempo calentamos la mezcla en el microondas durante unos segundos, para que la gelatina se vuelva líquida. Por último dejamos que la mezcla de leche y gelatina repose mientras continuamos con la receta.
Ahora en un bol ponemos el queso crema junto con la esencia de vainilla y el azúcar glas, y con las varillas eléctricas unificamos estos ingredientes. Hecho esto vertemos dentro del bol la nata bien fría, y de nuevo con las varillas eléctricas batimos bien hasta conseguir una crema espesa y semi-montada.
A continuación ponemos unas cucharadas de esta crema dentro de la taza en la que tenemos la mezcla de leche y gelatina, así equilibramos la densidad y temperatura de esta última. Vertemos el contenido de la taza dentro del bol y lo integramos todo nuevamente con las varillas.
En este punto ya tenemos nuestra crema de queso terminada.
Ahora cortamos el chocolate en pequeños trozos, con la ayuda de un cuchillo, y los añadimos a la crema de queso. Mezclamos bien hasta que todos los trozos de chocolate queden integrados en la crema.
Hecho esto vertemos la crema de stracciatella dentro del molde, sobre la base de galleta.
Reservamos unos minutos la tarta mientras preparamos la ganache de chocolate que pondremos de decoración. Para ello calentamos la nata, hasta que comience a hervir, y la vertemos en el cuenco en el que tenemos el chocolate. Mezclamos bien hasta conseguir que el chocolate se derrita y se integre con la nata.
Por último repartimos pequeñas cucharadas de ganache de chocolate en la superficie de nuestra tarta, y con un palillo distribuimos el chocolate por la superficie, dibujando pequeñas espirales.
En este punto reservamos nuestra tarta de queso en la nevera de un día para otro.
Tras las horas de reposo y en el momento de servirla, desmoldamos nuestra tarta de queso stracciatella. ¡Mirad qué buena pinta tiene el corte!
A continuación podéis ver el vídeo en el que yo misma preparo y pruebo esta rica tarta.