Hoy vemos cómo hacer un pastel de lima. Se trata de una tarta o pastel fácil de preparar, con una mezcla de ingredientes que combinan muy bien entre ellos, como la lima y la leche condensada.
Esta receta de pastel de lima queda con una textura muy suave y cremosa, tanto que se deshace en la boca. Y su sabor, a pesar de la acidez de la lima y el dulzor de la leche condensada, queda muy equilibrado, correcto de dulzor y refrescante.
Si no encontráis lima o no os gusta su sabor, podéis utilizar en las mismas cantidades zumo y ralladura de limón.
VÍDEO-RECETA
INGREDIENTES
- 400 gramos de leche condensada
- 120 mililitros de zumo de lima (2 limas y media)
- Ralladura de 2 limas
- 4 yemas de huevo
Para la base de galleta necesitamos:
- 200 gramos de galletas «tipo Digestive»
- 70 gramos de mantequilla
- 2 cucharadas soperas de azúcar moreno
Para decorar el pastel (opcionalmente):
- 150 mililitros de nata para montar (con un 35% de materia grasa)
- Una cucharada sopera de azúcar glas
ELABORACIÓN
Comenzamos preparando la base de galleta. Para ello trituramos bien las galletas y las ponemos en un bol junto a la mantequilla derretida y el azúcar. Mezclamos bien hasta que nos quede una especie de «arena húmeda» de galleta. Ponemos toda la galleta en un molde para tartas de 20 centímetros de diámetro, y vamos formando la base con la ayuda de una cuchara. Distribuimos y aplastamos la galleta por todo el molde, tanto por la base como por las paredes, formando un recipiente de galleta.
Ahora llevamos el molde a la nevera (o al congelador) para que la galleta se endurezca. Mientras, continuamos con la receta.
En un bol amplio ponemos las yemas y la ralladura de lima, y con unas varillas batimos bien hasta que las yemas cambien ligeramente de color (se pongan blanquecinas). Añadimos la leche condensada y el zumo de lima, y mezclamos bien. En este punto ya tenemos la crema de lima preparada.
Vertemos la crema sobre el recipiente de galleta, que teníamos reservado en la nevera, y llevamos el pastel al horno, precalentado a 180 ºC, con calor arriba y abajo, durante 15-20 minutos.
Una vez horneado dejamos que el pastel de lima se enfríe a temperatura ambiente, y cuando esté frío lo reservamos en la nevera un mínimo de 4 horas. A mí me gusta dejarlo reposar en la nevera de un día para otro.
Tras el reposo sacamos nuestro pastel de lima de la nevera, lo desmoldamos y lo decoramos al gusto. En mi caso he decorado el pastel con rosetones de nata montada y ralladura de lima. Y este es el resultado final: