Hoy vamos a preparar una rica tarta de queso, yogur y limón. Se trata de una tarta de queso ligera y refrescante, perfecta para tomar de postre en días calurosos.
Esta tarta de queso, yogur y limón es una de esas tartas que enamoran nada más probarla. La mezcla de los sabores que la componen está presente en todo momento. Se nota la presencia del queso, del yogur y el toque ácido y refrescante del limón. Además resulta una tarta bastante ligera, con una textura cremosa y agradable.
Para su elaboración he utilizado yogur natural desnatado; así reducimos la cantidad de grasa total del postre y el resultado es una tarta de queso más ligera.
En cuanto a dulzor, no resulta una tarta muy dulce, por lo que es recomendable acompañarla con un poco de miel por encima. O si lo preferimos, podemos sustituir la miel por mermelada del sabor que más nos guste.
Ingredientes de la receta
- Queso crema (300 g)
- Yogur natural desnatado sin azúcar (3 yogures de 125 g = 375 g)
- Limón (1)
- Huevos (4 medianos)
- Azúcar (90 gramos)
- Maizena (80 gramos)
- Levadura química o polvo para hornear (1 cucharadita pequeña = 4 gramos)
(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.
Elaboración de la receta
En un bol amplio ponemos el queso crema y los yogures, y mezclamos hasta que ambos queden unificados. Hecho esto añadimos e integramos en la mezcla el zumo y la ralladura del limón, y seguidamente el azúcar.
A continuación añadimos e integramos en la mezcla los huevos, de uno en uno.
Ahora que ya hemos integrado los huevos, añadimos la Maizena y la levadura. Unificaremos todos estos ingredientes suavemente, sin añadir demasiado aire en la mezcla.
En este punto ya tenemos la masa de la tarta terminada. La vertemos en un molde de 23 centímetros de diámetro y la llevamos al horno, que lo tendremos precalentado a 180 ºC con calor arriba y abajo. Dejaremos que nuestra tarta se hornee durante unos 35-40 minutos.
Tras los 40 minutos de horneado ya tenemos nuestra tarta de queso, yogur y limón bien cuajada. Ahora dejamos que se temple dentro del molde.
Pasado un rato reservamos en la nevera la tarta de queso para que termine de enfriarse. Una vez fría, en el momento de comerla, la desmoldamos y la servimos, cortada en porciones y acompañada de una fina capa de miel, ralladura de limón y unas nueces por encima.
A continuación podéis ver el vídeo de esta receta.