Estamos en pleno otoño y es época de elaborar recetas con una de mis frutas favoritas, la manzana. Concretamente hoy vamos a elaborar dulce de manzana, una receta muy fácil de preparar y perfecta para acompañar con queso, yogur, tostadas, o para elaborar algún postre.
El dulce de manzana se elabora igual que el dulce o carne de membrillo, cocinando durante algo más de una hora una mezcla de manzanas y azúcar. En esta receta he decidido utilizar manzanas reineta. La reineta aporta a este dulce de manzana un punto ácido bastante rico y equilibrado. Aun así, este dulce de manzana se puede elaborar con cualquier otra variedad de manzana que tengamos a mano.
Ingredientes de la receta
- Manzanas (1 kg, yo recomiendo la variedad reineta)
- Azúcar (750 g)
- Zumo de un limón
Elaboración de la receta
Cortamos en cuartos 1 kilo de manzanas reineta, o la variedad de manzana que más os guste. Pelamos los cuartos de manzana, descorazonamos y troceamos. Ponemos las manzanas troceadas dentro de una olla y añadimos el zumo de un limón. Encendemos el fuego y cocinamos la manzana durante unos 15 minutos a fuego medio-bajo. Durante este cocinado removemos y machacamos la manzana con una cuchara de madera, hasta que se forme una compota.
Ahora que han pasado unos 15 minutos y nuestra manzana está bien cocida, apagamos el fuego y la trituramos con la ayuda de una batidora. Hecho esto, añadimos a la olla 750 gramos de azúcar. Encendemos de nuevo el fuego, a fuego bajo, y cocinamos el conjunto durante unos 40-50 minutos.
Cocinamos nuestro dulce de manzana, removiendo de vez en cuando para que no se pegue al fondo de la olla. Removeremos con mucho cuidado, ya que una vez reducido el dulce de manzana salpica bastante. Poco a poco veremos que nuestro dulce de manzana va reduciendo y espesando, y va tomando un bonito color tostado.
Pasados 45 minutos ya tenemos nuestro dulce de manzana terminado. Está bien espeso y dorado.
En este punto apartamos la olla del fuego y distribuimos nuestro dulce de manzana en tuppers o recipientes de cristal, que previamente habremos engrasado con un poco de aceite.
Dejamos que el dulce de manzana pierda temperatura durante unos minutos. Tras unos minutos colocamos papel film sobre el dulce de manzana, tapamos el tupper y dejamos que se enfríe por completo a temperatura ambiente. Una vez frío reservamos nuestro dulce de manzana en la nevera de un día para otro. El dulce de manzana se conserva en perfecto estado durante unas semanas en la nevera.
Tras las horas de reposo ya podemos disfrutar de nuestro dulce de manzana acompañado de un poco de queso curado.
A continuación os dejo el vídeo con el paso a paso de esta receta.