Hoy vemos cómo hacer un bizcocho esponjoso de Maizena y chocolate. Se trata de una receta de bizcocho casero fácil de preparar y que queda con un sabor irresistible a chocolate.
Este bizcocho esponjoso de Maizena y chocolate queda con una textura muy particular, gracias a que lleva Maizena (maicena o fécula de maíz) en su elaboración, en lugar de harina de trigo.
Como digo, se trata de un bizcocho esponjoso y muy jugoso que, combinado con el sabor que le aporta el chocolate, hace que sea aún más delicioso.
Quiero resaltar que ésta es una receta de bizcocho sin gluten, por lo que es apta para celíacos y perfecta para personas que no pueden, o no quieren, consumir harina de trigo. Os aseguro que, si lo preparáis, os va a encantar, ya que es un dulce muy especial.
VÍDEO-RECETA
INGREDIENTES
(para 6 personas)
- 120 gramos de Maizena (harina refinada de maíz)
- 140 gramos de azúcar
- 90 mililitros de aceite de oliva (o cualquier otro aceite vegetal)
- 2 cucharadas soperas de cacao en polvo (cacao puro)
- 3 huevos
- 1 sobre de levadura química (o polvo para hornear)
ELABORACIÓN
En primer lugar, de los tres huevos que necesitamos para esta receta, vamos a separar las yemas de las claras.
Reservamos las claras unos minutos, y comenzamos a trabajar con las yemas…
Agregamos el azúcar al bol en el que tenemos las yemas, y mezclamos hasta conseguir una masa blanquecina.
Seguidamente añadimos el aceite de oliva a la mezcla de yemas y azúcar, e integramos bien.
A continuación, ayudándonos de un colador o tamiz, tamizamos (sobre la masa anterior) la Maizena, el cacao en polvo y la levadura química (o polvo de hornear). Ésto lo hacemos para que nos quede un masa de bizcocho sin grumos.
Una vez que hayamos tamizado los ingredientes secos, mezclamos bien todo el conjunto, hasta que se forme una masa muy densa y chocolateada. No os preocupéis porque la masa quede con una textura espesa, a continuación le añadiremos las claras montadas y nos quedará una masa de bizcocho perfecta.
Ahora vamos a montar las claras que teníamos reservadas. Para ello ponemos una pizca de sal sobre las claras y con unas varillas eléctricas comenzamos a montarlas, hasta que nos queden bien firmes.
Cuando tengamos las claras montadas, ponemos un par de cucharadas de éstas sobre la masa de bizcocho chocolateada que hemos preparado anteriormente, y las integramos bien para que la masa se vuelva un poco más ligera y manejable.
Hecho ésto, vamos integrando el resto de las claras montadas en la masa, con movimientos suaves y envolventes para que las claras no se desmonten. En este paso debemos tener paciencia e integrar poco a poco las claras, para que nos quede un bizcocho bien aireado y esponjoso.
Y ya veis cómo ha cambiado la textura de la masa… Ahora tenemos una masa de bizcocho bien integrada y perfecta, tal y como podéis ver en esta foto:
En este punto ponemos la masa del bizcocho en un molde forrado con papel de hornear, para que sea más sencillo desmoldarlo una vez horneado. Yo he utilizado un molde redondo de 22 centímetros de diámetro, pero se puede utilizar otro tipo de molde.
Llevamos el bizcocho al horno, previamente precalentado a 180 ºC, durante 35-40 minutos. Cuando haya pasado este tiempo, y antes de sacar el bizcocho del horno, os recomiendo que lo pinchéis con un palillo para comprobar que está bien horneado. Si el palillo sale limpio, ya se puede sacar el bizcocho del horno; pero si el palillo sale con restos de masa, debemos dejar que el bizcocho se hornee unos minutos más.
Tras comprobar que el bizcocho está bien horneado, lo sacamos del horno y lo dejamos atemperar durante 10 minutos.
Cuando haya pasado el tiempo indicado, desmoldamos el bizcocho y lo ponemos sobre una rejilla, para que se enfríe completamente.
Una vez que el bizcocho esté frío, lo podremos comer, acompañado de un buen vaso de leche, un té, un café o la bebida que más nos guste.