Hoy vemos cómo hacer tomate frito casero, o salsa de tomate casera. Se trata de una receta básica muy fácil de preparar, sin conservantes, sin colorantes, sin aditivos y (en mi caso) sin necesidad de azúcar añadido. Una salsa de tomate casera natural y elaborada con muy pocos ingredientes.
Para elaborar esta receta es importante utilizar unos tomates muy maduros. De este modo nuestro tomate frito quedará con un sabor más rico y (probablemente) no sea necesario añadir azúcar, como ha sido mi caso.
El resultado es una salsa de tomate con un sabor muy rico y una textura perfecta, que nos servirá para elaborar diferentes recetas: como base para una pizza, para un plato de pasta, para preparar un pollo con tomate, una receta de pisto, etc.
Ingredientes de la receta
- Tomates «rama» maduros (2 kg)
- Cebolla (1)
- Ajos (5)
- Aceite de oliva
- Sal
Elaboración de la receta
Comenzamos lavando 2 kilos de tomates bien maduros. En mi caso utilizo tomates «rama», ya que son carnosos y tienen muy buen sabor. Una vez lavados, les quitamos el tallo y los cortamos en cuartos.
Seguidamente pelamos los ajos y los machacamos ligeramente con la ayuda del cuchillo. Los vamos a cocinar enteros junto con el tomate. Cortamos también, en trozos grandes, la cebolla previamente pelada.
Ahora en una olla al fuego ponemos un buen chorro de aceite de oliva, añadimos los ajos y los rehogamos unos segundos. Añadimos la cebolla, un poco de sal, y rehogamos durante un par de minutos. Con este rehogado previo conseguimos que los ajos aporten sabor al aceite y que la cebolla se caramelice ligeramente.
Hecho esto añadimos los tomates troceados a la olla y los cocinamos a fuego fuerte durante unos minutos.
Seguidamente bajamos la intensidad del fuego, a fuego medio-bajo, y cocinamos durante unos 45-50 minutos. Durante el cocinado removemos el tomate de vez en cuando.
Pasados 40 minutos probamos nuestro tomate frito para comprobar si necesita sal. Si al probarlo notamos que el tomate está ácido, podemos añadir una cucharadita de azúcar para corregir esa acidez. En mi caso no ha sido necesario añadir azúcar, ya que los tomates estaban bien maduros.
Continuamos cocinando nuestro tomate hasta que haya reducido el agua y notemos que está espeso. Estimo que el cocinado total del tomate nos llevará unos 50 minutos.
En este punto apartamos la olla del fuego y trituramos el tomate frito con la ayuda de un pasapurés. Gracias al pasapuré conseguiremos una salsa de tomate sin pieles y con una textura perfecta.
Y ya tenemos nuestro tomate frito casero listo para disfrutar. Lo podemos poner sobre una pizza, hacer pollo con tomate o bien añadirlo sobre un buen plato de pasta.
Si no lo gastamos de inmediato, lo podemos conservar en botes herméticos en la nevera durante un par de semanas. También lo podemos congelar.
A continuación os dejo el vídeo de esta receta.
