Hoy os traigo una propuesta dulce perfecta para el verano. Se trata de una receta de yogur helado con solo tres ingredientes, muy fácil de preparar y con un rico sabor. Además queda un yogur helado muy cremoso sin necesidad de utilizar heladera. Esta cremosidad se la aporta la leche condensada, que además evita que se formen cristales de hielo en el helado.
Hablando de la leche condensada, os diré que esta no camufla en absoluto el sabor del yogur, y por otra parte le aporta un dulzor bastante equilibrado.
Esta receta de yogur helado la he elaborado con unos frutos rojos que me gustan bastante: los arándanos, que dan un toque muy interesante al yogur helado. Por supuesto, también podemos preparar esta receta con el tipo de fruta que más nos guste.
Ingredientes de la receta
- Yogur natural sin azúcar (625 g)
- Leche condensada (300 g)
- Arándanos (130 g)
- Ralladura de limón (opcional)
(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.
Elaboración de la receta
Comenzamos triturando los arándanos. En mi caso he utilizado arándanos congelados, ya que los compré en una oferta y los congelé. También se pueden utilizar arándanos frescos. Una vez triturados los arándanos, añadimos cuatro yogures naturales sin azúcar (500 gramos), 280 gramos de leche condensada y, opcionalmente y si os gusta, la ralladura de medio limón. Trituramos de nuevo con la batidora, hasta conseguir una mezcla homogénea.
Por otra parte, mezclamos otro yogur natural (125 g) con los 20 gramos restantes de leche condensada (aproximadamente una cucharada). Utilizaremos cinco yogures en total (625 g) para esta receta.
En este punto comenzamos a rellenar, con ambas mezclas, ocho envases de yogur que previamente habremos limpiado. Vertemos en cada vasito un poco de la mezcla de yogur y arándanos, ponemos una cucharada de la mezcla de yogur y leche condensada y, por último, llenamos de nuevo con la mezcla de yogur y arándanos. Esto lo hacemos para que nos quede un yogur helado con dos colores diferentes: blanco y morado.
Reservamos los vasitos en el congelador durante 30 minutos, tiempo suficiente para que la mezcla de yogur quede semicongelada sin quedarse dura. Pasados estos 30 minutos, sacamos los vasitos del congelador y colocamos dentro de cada uno de ellos un palito de madera. Tapamos los vasitos de yogur y los reservamos de nuevo en el congelador. Esta vez los dejaremos dentro del congelador un mínimo de 4 horas. También los podemos dejar de un día para otro.
Tras el tiempo de congelado (mínimo 4 horas) nuestro yogur helado ya estará listo para comer. Lo desmoldaremos introduciendo el vasito de yogur dentro de un recipiente con agua muy caliente. Pasados unos segundos, tirando del palo de madera sacaremos nuestro yogur helado con facilidad.
Hecho esto ya podemos disfrutar de este rico yogur helado con arándanos…
A continuación podéis ver el vídeo de esta receta.