Hoy quiero compartir con vosotros un postre sencillo, fácil de preparar y lleno de sabor. Se trata de un tiramisú de fresas presentado en vasitos. Esta forma de presentar los postres, en vasos o copas, me encanta, ya que quedan muy vistosos. Además, al ser en formato individual no hay disputas por comerse la última cucharada.
En cuanto al tiramisú de fresas os diré que la combinación es bastante rica y equilibrada, se aprecian todos los sabores y texturas de cada ingrediente. Las fresas aportan un toque fresco y crujiente, y la crema de queso queda muy suave y cremosa.
A continuación os dejo con el paso a paso de la receta… espero que os animéis a prepararla. Más abajo os he dejado el vídeo de esta receta, entrad a verlo y dejadme vuestra opinión o propuesta.
Ingredientes de la receta
- Fresas (200 g)
- Queso crema (200 g)
- Yogur griego (125 g)
- Bizcochos (6)
- Naranja (zumo y ralladura)
- Azúcar (1 cucharada)
- Azúcar glas (1 cucharada)
Elaboración de la receta
Comenzamos lavando, secando y troceando 200 gramos de fresas. Ponemos las fresas troceadas en un bol y añadimos una cucharada sopera colmada de azúcar. Rallamos la piel de media naranja y exprimimos su zumo sobre las fresas. La naranja aportará aroma y sabor a nuestro postre. Mezclamos bien, tapamos el bol y reservamos las fresas en el frigorífico durante 1 hora. Este tiempo será suficiente para que las fresas suelten sus jugos, pero se pueden dejar macerando durante más tiempo.
Mientras tanto comenzamos a preparar la crema de queso. En un bol ponemos 200 gramos de queso crema, añadimos una cucharada sopera colmada de azúcar glas y mezclamos. Cuando tengamos una crema unificada y sin grumos, incorporamos 125 gramos de yogur griego natural sin azúcar. El yogur lo integramos suavemente para que nos quede una mezcla cremosa. Ponemos la crema de queso resultante en una manga pastelera y la reservamos en el frigorífico.
Tras 1 hora de reposo sacamos las fresas del frigorífico y las ponemos sobre un colador, para separarlas del jugo que han soltado. Con este jugo vamos a calar los bizcochos. Colocamos 6 bizcochos de soletilla en un plato y vertemos encima el jugo que han soltado las fresas. Dejamos reposar unos minutos para que los bizcochos se empapen bien.
Ahora que tenemos todas las elaboraciones preparadas comenzamos a montar el tiramisú. En esta ocasión lo vamos a preparar en dos vasos para que sea un postre más vistoso. Colocamos una primera capa de bizcochos en el fondo de cada vaso. En esta primera capa he puesto un bizcocho y medio en cada vaso. Seguidamente ponemos una capa generosa de la crema de queso y, sobre esta, colocamos unas cucharadas de fresas.
Sobre las fresas ponemos una última capa de bizcochos, distribuimos el resto de la crema de queso que nos queda y colocamos una última capa de fresas. En este punto que ya tenemos nuestro tiramisú de fresas terminado, lo podemos comer de inmediato o bien lo podemos reservar en el frigorífico durante unas horas. Este postre aguanta en perfecto estado de un día para otro.
A continuación podéis ver el vídeo con el paso a paso de este postre.
