Los que visitáis habitualmente este blog ya sabéis que me encantan las tartas de queso en todas sus variantes, con horno, sin horno, con base de galleta, sin base, etc. Pues bien, hoy os traigo una nueva receta de tarta de queso, sin horno, elaborada con una cobertura de manzana y salsa de caramelo. La manzana se cocina y carameliza en la propia salsa de caramelo, resultando una cobertura deliciosa. En conjunto esta tarta, o pastel de queso, está para chuparse los dedos.
Tal y como os acabo de decir, esta tarta de queso y manzana queda realmente rica. La capa de queso queda con una textura cremosa y estable, a pesar de que esta elaborada sin gelatina. Además el sabor del queso combina muy bien, tanto con la textura como con el sabor de la manzana caramelizada.
Por otro lado deciros que no resulta una tarta excesivamente dulce. Sí, lleva una salsa de caramelo, pero la tarta queda muy equilibrada en dulzor, ya que la capa de queso se elabora con poco azúcar.
Es una tarta con varias elaboraciones, pero no os preocupéis, todos estos pasos son muy sencillos y fáciles de realizar.
Ingredientes de la receta
Para la tarta de queso:
- Queso crema (450 g)
- Nata para montar o crema para batir con un 35% de materia grasa (90 ml)
- Azúcar glas (70 g)
- Esencia de vainilla (una cucharadita)
Para la capa de manzana y caramelo:
- Manzanas (2)
- Canela (una cucharadita)
- Zumo de limón (un chorrito)
- Azúcar (150 g)
- Mantequilla (90 g)
- Nata para montar o crema para batir (80 ml)
- Sal (una pizca)
Para la base de galleta:
- Galletas tipo Digestive (150 g)
- Mantequilla (60 g)
(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.
Elaboración de la receta
Comenzamos esta tarta preparando la base de galleta. Para ello machacamos bien las galletas y las mezclamos con la mantequilla derretida, hasta que toda la galleta esté humedecida. Seguidamente ponemos esta mezcla de galleta y mantequilla en un molde redondo desmontable de 20 centímetros de diámetro, forrado con papel de horno. Distribuimos y aplastamos la galleta para formar una base compacta. Hecho esto reservamos el molde en el congelador, mientras continuamos con la receta.
Ahora en un bol mezclamos el queso crema con el azúcar glas y con la esencia de vainilla, hasta conseguir una crema sin grumos. Reservamos esta preparación y, seguidamente, en un recipiente batimos con unas varillas la nata, que la tendremos bien fría para que monte bien. Este paso también se puede hacer con unas varillas eléctricas.
Tras dos minutos batiendo habremos conseguido espesar y montar la nata. Por último integramos suavemente la nata montada en la mezcla de queso.
Hecho esto ya tenemos la crema de queso terminada. La añadimos en el molde, sobre la base de galleta, distribuyéndola y alisando bien la superficie. Seguidamente reservamos el molde en la nevera de un día para otro.
A continuación vamos a preparar la capa de manzana y caramelo. Pelamos las manzanas, las descorazonamos y las cortamos en láminas no muy finas. Ponemos las láminas de manzana en un bol junto con la canela y el zumo de limón, mezclamos bien y reservamos.
Seguidamente ponemos una sartén al fuego, a fuego medio, añadimos el azúcar y dejamos que se vaya formando un caramelo. En el momento en el que todo el azúcar se haya disuelto y tengamos un caramelo de color ámbar, añadimos la mantequilla cortada en cubos. Removemos bien y, cuando la mantequilla se haya derretido, añadimos la nata. Removemos hasta que la nata quede integrada en el caramelo. Hecho esto añadimos una pizca de sal y continuamos cocinando nuestra salsa de caramelo a fuego medio-bajo.
Ahora añadimos las láminas de manzana a la sartén, sobre la salsa de caramelo, y dejamos que se cocinen en esta salsa durante 2 minutos. Este tiempo es más que suficiente para que la manzana se ablande, sin llegar a romperse, y se caramelice.
Pasados los dos minutos apartamos la sartén del fuego y sacamos las láminas de manzana de la salsa de caramelo. En este punto dejamos que tanto la manzana como la salsa se enfríen completamente.
Transcurridas 12 horas y un rato antes de servir la tarta, terminamos de montarla. Sacamos la tarta de queso de la nevera, la desmoldamos y la colocamos en un plato. Seguidamente cubrimos toda la superficie de la tarta con la manzana caramelizada. Por último cubrimos la manzana con la salsa de caramelo, que al enfriarse habrá espesado y adquirido un bonito color marrón.
De inmediato servimos nuestra tarta de queso y manzana acompañada de la salsa de caramelo.
A continuación podéis ver el vídeo con el paso a paso de esta receta.