Hoy vemos cómo hacer pan casero. Un pan fácil y rápido de preparar, ya que no es necesario dejarlo reposar previamente. Hornearemos el pan según terminemos de amasarlo y en unos 5o minutos estará listo. El resultado es un pan con una corteza crujiente, una miga densa y esponjosa, y un sabor bastante rico.
Para que nos quede un pan perfecto sin necesidad de reposo, vamos a hornear la masa de pan en un recipiente de cristal (tipo Pyrex) con tapadera. De este modo, el vapor que se genera dentro del recipiente hará que la levadura actúe y la masa leve poco a poco. Otro punto a tener en cuenta es que comenzaremos a hornear el pan con el horno apagado, sin precalentarlo previamente. Encenderemos el horno una vez que hayamos colocado dentro el recipiente con la masa y hayamos cerrado la puerta. Esto lo haremos para que la masa de pan leve progresivamente, a medida que se calienta el interior del horno.
Si nunca habéis hecho pan en casa, os recomiendo empezar con esta receta. Es sencilla, rápida y la masa de pan se trabaja con mucha facilidad.
Ingredientes de la receta
- Harina de fuerza (300 g + 10 g)
- Levadura fresca de panadero (15 g), o bien levadura seca de panadero (5 g)
- Agua (175 ml)
- Aceite de oliva (20 ml)
- Sal (8 g)
(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.
Elaboración de la receta
Dentro de un bol ponemos la harina. Dependiendo de la marca de harina que utilicemos, podemos necesitar más o menos cantidad de harina. Mi recomendación es poner 300 gramos de inicio y posteriormente, si la masa está pegajosa, añadir unos 10 gramos más.
Sobre la harina desmenuzamos la levadura fresca de panadero. Si utilizamos levadura seca, la incorporamos en este mismo momento. Seguidamente vertemos el agua tibia, que no esté ni caliente ni fría. Añadimos el aceite y mezclamos bien todos los ingredientes.
Por último añadimos la sal y mezclamos con el resto de ingredientes. En pocos minutos se formará una masa. La colocamos en la superficie de trabajo y, con las manos limpias, la amasamos. Si al amasar notamos que la masa se vuelve pegajosa, es el momento de añadir los 10 gramos de harina que teníamos reservada. Amasamos continuamente, durante unos 10 minutos, hasta formar una bola de masa lisa y elástica.
Para hornear nuestro pan vamos a utilizar un recipiente redondo de cristal, tipo Pirex, con tapadera. También podemos utilizar una olla apta para el horno. Colocamos nuestra bola de masa dentro del recipiente, previamente engrasado con un poco de aceite para que no se pegue. Engrasamos también la superficie de nuestra masa y espolvoreamos un poco de harina en la superficie. Ahora, con un cuchillo bien afilado, hacemos cuatro cortes en la superficie de nuestra masa, formando un cuadrado.
Tapamos el recipiente con una tapadera o, como en mi caso, con un plato resistente al calor del horno. Seguidamente llevamos el recipiente al horno, que lo tenemos apagado. Colocamos el recipiente sobre la rejilla del horno, que la habremos colocado a media altura, cerramos la puerta del horno y lo encendemos a 220 ºC, con calor arriba y abajo. Al meter la masa de pan con el horno frio y dejar que se caliente poco a poco, ayudamos a que la masa de pan leve progresivamente, antes de alcanzar la temperatura de cocción. El tiempo total de horno, desde que metemos la masa dentro, será de alrededor de 45-50 minutos, según la potencia de este.
Pasados 50 minutos ya tenemos nuestro pan bien cocinado, con un exterior dorado y crujiente. Si queréis un pan aún más dorado, podéis destapar el recipiente y hornearlo durante 5 minutos más.
Ahora sacamos el pan del recipiente, con cuidado de no quemarnos, y lo colocamos sobre una rejilla para que se enfríe completamente.
Pasadas un par de horas ya tenemos nuestro pan listo para comer.
A continuación os dejo el vídeo con el paso a paso de esta receta.