Cuando comencé a cocinar, una de las cosas que peor me salían eran los bizcochos caseros, se me quedaban crudos y aplastados. Pero no desistí, continué practicando y, gracias a algunos consejos útiles sobre el horneado y a algunas recetas básicas que me dieron, conseguí hornear perfectamente los bizcochos. Y precisamente esto es lo que hoy quiero compartir con vosotros: una receta básica de bizcocho y algunos trucos para que os quede un bizcocho perfecto.

El bizcocho que vamos a preparar es el clásico bizcocho de yogur. Se trata de un bizcocho fácil y esponjoso, con un rico sabor a mandarina, ya que es el cítrico que vamos a utilizar para aromatizar. Lo bueno de este bizcocho es que lo podemos hacer con el sabor que más nos guste, añadiéndole yogur natural, yogur de fresa, yogur de coco, etc. Igualmente podemos sustituir la mandarina por otro aromatizante, como puede ser naranja, limón, canela o vainilla.

Una de las claves para que nos quede un bizcocho esponjoso es batir bien los huevos, ya que así la masa quedará más aireada. También tenemos que ser cuidadosos en poner la medida justa de levadura química o polvo para hornear, ni más ni menos de su medida. No por poner más levadura crecerá más el bizcocho o quedará más esponjoso.

Otro punto importante para que nos quede un bizcocho perfecto es hornearlo correctamente. En primer lugar debemos tener el horno precalentado a la temperatura adecuada: 180 ºC. En segundo lugar es muy importante no abrir la puerta del horno una vez hayamos metido el bizcocho, ya que de lo contrario el horno perderá temperatura y nuestro bizcocho no crecerá y no se horneará correctamente. Podemos abrir la puerta del horno, para comprobar que el bizcocho está cocinado, cuando llevemos unos 40 minutos de horneado. Estos tiempos son orientativos, ya que depende mucho de la potencia del horno y del tamaño de bizcocho que queramos cocinar.

Ahora os dejo con la receta de este bizcocho que, como veréis, es un bizcocho fácil de preparar y para el que no necesitamos utilizar ninguna máquina ni utensilio especial.

Ingredientes de la receta

Nota: 1 «medida de yogur» = contenido de un recipiente de yogur (de 125 gramos) vacío.

  • 3 «medidas de yogur» de harina
  • 2 «medidas de yogur» de azúcar
  • 1 «medida de yogur» de aceite
  • 1 yogur natural de 125 gramos
  • 10 gramos de levadura química (o polvo para hornear)
  • 3 huevos
  • Ralladura de mandarina (naranja o limón)

Elaboración de la receta

En un bol ponemos los huevos junto con el azúcar y batimos bien hasta que la mezcla quede espumosa. Seguidamente añadimos y mezclamos el aceite, el yogur y la ralladura de mandarina.

Ahora sobre la mezcla anterior, y con la ayuda de un colador, tamizamos la harina y la levadura química (o polvo para hornear). Integramos la harina en la mezcla, hasta obtener una masa lisa y sin grumos. En este momento ya tenemos preparada la masa para nuestro bizcocho.

Masa de bizcocho terminada
Masa de bizcocho terminada

Vertemos la masa de bizcocho en un molde redondo de 22 centímetros de diámetro, que previamente habremos forrado con papel de hornear. Así el bizcocho no se nos pegará y se desmoldará más fácilmente una vez cocinado. A continuación llevamos el molde al horno, precalentado a 180 ºC, con calor arriba y abajo, durante 45-50 minutos.

Tras 45 minutos, y antes de sacarlo del horno, comprobamos que nuestro bizcocho está bien horneado. Esto lo hacemos pinchando el bizcocho con un palillo: si sale limpio, el bizcocho estará listo; si por el contrario el palillo tiene restos de masa, dejaremos el bizcocho unos minutos más en el horno.

Comprobando con un palillo que el bizcocho está horneado
Comprobando con un palillo que el bizcocho está horneado

Cuando el bizcocho esté bien horneado, lo sacamos y lo dejamos atemperar 10 minutos dentro del molde. Pasados los 10 minutos, demoldamos el bizcocho sobre una rejilla y dejamos que se enfríe completamente antes de comerlo.

Vídeo-receta

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