La tarta de calabaza es una receta de tarta que también se conoce con el nombre de «pastel de calabaza» o «pie de calabaza» (pumpkin pie en inglés). Se trata de una receta fácil de preparar y que queda con un sabor realmente delicioso.
Esta receta de tarta de calabaza tiene un sabor muy especial y una textura muy suave y cremosa. Además, vamos a decorar esta tarta con un poco de nata montada y unos dados de calabaza caramelizada, que aportarán un toque fantástico a nuestra tarta de calabaza.
Os puedo asegurar que es una receta de tarta de calabaza fácil de hacer, y que os va a encantar en cuanto que la probéis.
VÍDEO-RECETA
INGREDIENTES
(para 12 raciones)
Para la tarta de calabaza
- 1 lámina de masa quebrada (o masa brisa) de unos 230 gramos de peso
- 800 gramos de calabaza
- 200 mililitros de nata para montar (o crema para batir)
- 100 gramos de azúcar
- 3 huevos
- 2 cucharadas de mantequilla
- 1 cucharada de canela (5 gramos)
- 1 naranja (utilizaremos la ralladura)
Para la calabaza caramelizada (decoración)
- 200 gramos de calabaza (cortada en pequeños cubos)
- 2 cucharadas soperas de azúcar
- 1 cucharada de mantequilla
- Una pizca de canela
Para la nata montada (decoración)
- 150 mililitros de nata para montar (o crema para batir) con un 35% de materia grasa
- 1 naranja (utilizaremos la ralladura)
- 2 cucharadas de azúcar
ELABORACIÓN
Comenzamos esta tarta rehogando la calabaza. Para ello cortamos la calabaza en cubos finos y la ponemos en una sartén, junto con la mantequilla, el azúcar y la ralladura de naranja. Cocinaremos la calabaza hasta que esté blanda y haya evaporado todo el agua.
Ponemos la calabaza ya cocinada en el vaso de la batidora, junto con los huevos, la nata (o crema de leche) y la canela; y trituramos el conjunto hasta obtener una crema sin grumos.
Ahora pasamos a hornear la base de la tarta. Para ello ponemos la masa brisa (o masa quebrada) en un molde, cuidando de que ésta quede bien ajustada al mismo. Sobre la masa pondremos unas legumbres, para que hagan peso y eviten que la masa suba al hornearse. De esta forma nos quedará plana, la base de nuestra masa, una vez horneada. A mí me gusta poner un papel de hornear entre la masa y la legumbre, así no quedará esta última pegada en la masa.
Ya es hora de llevar nuestra masa al horno, precalentado a 200 ºC, con calor arriba y abajo, donde la tendremos horneándose durante 10 minutos.
Una vez horneada, sacamos la masa del horno y retiramos las legumbres y el papel de hornear.
A continuación vertemos, sobre la base de la tarta, la crema de calabaza que hemos preparado anteriormente.
Llevamos la tarta de calabaza al horno, que lo tenemos ya caliente, y la horneamos a 200 ºC durante 30-40 minutos.
Cuando la tarta esté bien cuajada, la sacamos del horno y la dejamos enfriar.
Mientras que nuestra tarta de calabaza se enfría preparamos la decoración. Para ello picamos en pequeños cubos los 200 gramos de calabaza, los ponemos en una sartén junto a la mantequilla, el azúcar y una pizca de canela, y dejamos que la calabaza se caramelice. Cuando la calabaza haya evaporado el agua y se haya formado un caramelo, la apartamos del fuego y la dejamos enfriar.
A continuación montamos la nata (o crema de leche) con un par de cucharadas de azúcar y la ralladura de naranja. Reservamos la nata en una manga pastelera.
Ahora que nuestra tarta de calabaza ya está fría comenzamos a decorarla, lo que haremos en dos simples pasos: primero colocaremos los cubos de calabaza caramelizada en el centro de la tarta, formando un círculo sobre su superficie. Y una vez hecho ésto, con la ayuda de una boquilla rizada decoraremos con un círculo exterior de rosetones de nata, alrededor de la calabaza caramelizada.
Y éste sería el resultado final: una rica tarta de calabaza lista para comer y disfrutar de todo su sabor.
