Hoy sumamos una nueva receta de bizcocho casero al recetario. En esta ocasión se trata de un bizcocho de mandarina, muy esponjoso y húmedo, perfecto para aprovechar al máximo la temporada de esta pequeña y rica fruta.
Para hacer este bizcocho de mandarina vamos a utilizar tanto la piel como los gajos de la mandarina. Resultará un bizcocho con un rico sabor a mandarina, además de una intensa humedad gracias a los pequeños trozos de fruta. También nos va a quedar un bizcocho muy esponjoso y con una miga muy aireada, gracias a que montaremos bien la mezcla inicial de huevos y azúcar.
Si este bizcocho ya está bueno de por sí, le vamos a añadir algo más de sabor y ricura. Para ello cubriremos toda la superficie del bizcocho con un rico glaseado de mandarina. Un glaseado elaborado con la piel y el zumo de la mandarina.
Ingredientes de la receta
Para el bizcocho de mandarina:
- 2 mandarinas
- La ralladura de una mandarina
- 3 huevos
- 250 gramos de harina
- 200 gramos de azúcar
- 100 gramos de nata (para montar)
- 100 gramos de aceite de oliva
- 10 gramos de levadura (o polvo para hornear)
Para el glaseado:
- 125 gramos de azúcar glas
- El zumo de una mandarina
- La ralladura de una mandarina
Elaboración de la receta
En un bol ponemos los huevos y el azúcar, y con unas varillas eléctricas batimos hasta que la mezcla quede montada y blanquecina. Hecho esto vertemos dentro la nata y el aceite.
Seguidamente incorporamos a la mezcla, en dos o tres veces, la harina junto con la levadura química (o polvo para hornear), hasta conseguir una masa lisa y sin grumos.
Ahora que tenemos terminada la masa de nuestro bizcocho le agregamos la piel rallada y limpia de una mandarina, y las dos mandarinas peladas y cortadas en pequeños trozos.
Mezclamos bien para que los trozos de mandarina se integren en la masa y la vertemos en un molde rectangular. Seguidamente llevamos el molde al horno, que lo tendremos precalentado a 180 ºC, con calor arriba y abajo, durante unos 45-50 minutos.
Pasados los 45 minutos sacamos nuestro bizcocho de mandarina del horno y dejamos que se atempere durante unos 10 minutos dentro del molde. Tras este tiempo desmoldamos el bizcocho y lo colocamos sobre una rejilla.
Mientras que el bizcocho se atempera preparamos el glaseado. Para ello en un bol mezclamos el azúcar glas, la ralladura y el zumo de mandarina. Con las cantidades que os indico en la lista de ingredientes, el glaseado queda con una textura perfecta. Si veis que queda muy seco, le podéis añadir un poco más de zumo. De igual forma, si queda demasiado líquido, se le puede agregar algo más de azúcar para que tenga la consistencia perfecta.
Vertemos el glaseado de mandarina sobre el bizcocho y dejamos que este se termine de enfriar y el glaseado se solidifique.
En el momento en que nuestro bizcocho de mandarina se haya enfriado, nos cortamos un trozo para probarlo.
A continuación podéis ver el vídeo de esta receta.