Hoy comparto con vosotros otra fantástica receta de flan casero. Esta vez he preparado un flan tres leches, elaborado con una mezcla de leche condensada, leche entera y leche evaporada.
Este flan tres leches os aseguro que queda delicioso. Tiene un rico sabor a la mezcla de las leches, y una textura suave y cremosa gracias al toque que le aporta la leche condensada. Además es un flan que queda bastante correcto de dulzor.
Si os gustan los postres caseros que sean fáciles de preparar, apuntaros esta receta de flan en vuestra lista de recetas pendientes.
Otras recetas de flanes que ya hemos hecho antes:
Ingredientes de la receta
Para el flan tres leches:
- Huevos (5)
- Leche condensada (450 g)
- Leche entera (300 ml)
- Leche evaporada (300 ml)
Para el caramelo casero:
- Azúcar (200 g)
- Agua (un chorrito)
(*) Si lo necesitas, puedes consultar nuestras tablas de medidas y equivalencias.
Elaboración de la receta
Comenzamos preparando el caramelo casero. Para ello en una olla al fuego ponemos el azúcar y el agua. Bajamos la intensidad del fuego, a fuego medio-bajo, y dejamos que el azúcar se deshaga y se vaya haciendo poco a poco el caramelo. Pasados unos minutos tendremos un caramelo líquido con un bonito color ámbar. Lo apartamos del fuego y lo vertemos dentro de un molde o flanera.
Ahora preparamos la mezcla de flan. En un bol batimos bien los huevos. Hecho esto añadimos la leche entera, la leche evaporada y la leche condensada. Mezclamos bien hasta conseguir una mezcla unificada.
En este punto vertemos la mezcla de flan dentro del molde que caramelizamos anteriormente. Ponemos el molde con la mezcla de flan dentro de un recipiente lleno de agua caliente, para hornear nuestro flan al baño María. Y seguidamente lo llevamos al horno, que lo tendremos ya caliente a una temperatura de 180 ºC con calor arriba y abajo. Dejaremos que nuestro flan se hornee durante 45-50 minutos.
Pasado el tiempo de horneado ya tenemos nuestro flan tres leches bien cuajado. Lo sacamos del horno y dejamos que se enfríe a temperatura ambiente. Una vez frío lo reservamos en la nevera de un día para otro.
Tras las horas de reposo y un rato antes de servirlo, desmoldamos nuestro flan. Para ello le pasamos un cuchillo por el borde y lo volteamos sobre un plato, dejando que caiga bien todo el caramelo.
Hecho esto, ya lo podemos disfrutar de inmediato.
A continuación os dejo el vídeo de esta receta.