Ahora que estamos en verano me gusta preparar helados caseros. Además, como últimamente me he aficionado a los postres con sabor a limón, no podía dejar de preparar una receta de helado casero de limón.
Este helado de limón que hoy os enseño a preparar se elabora con tan solo tres ingredientes, y queda muy cremoso sin necesidad de utilizar heladera. Es un helado muy fácil de preparar y os aseguro que os sorprenderá, tanto por su rico y refrescante sabor a limón, como por su textura cremosa y suave.
Si os gustan los postres fáciles de preparar y con sabor a limón, a continuación os dejo algunas recetas que hemos preparado anteriormente con este cítrico tan versátil:
– Polos cremosos de limón y leche condensada
– Tarta de queso con leche condensada, limón y coco
– Pastel de Limón ¡¡ sin horno y solo 4 ingredientes !!
Ingredientes de la receta
- Un limón (piel + zumo)
- Leche condensada (200 g)
- Nata para montar o crema para batir con un 35% de materia grasa (200 ml)
(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.
Elaboración de la receta
Comenzamos limpiando la piel del limón. Hecho esto rallamos la piel dentro de un bol, con la ayuda de un rallador.
Una vez rallada la piel, cortamos el limón a la mitad y le sacamos todo el zumo con la ayuda de un exprimidor.
A continuación vertemos el zumo de limón, dentro del mismo bol en el que tenemos la ralladura de limón, y añadimos la leche condensada. Mezclamos bien, hasta que ambos ingredientes queden integrados en una mezcla espesa, con una textura similar al yogur.
Hecho esto reservamos esta crema y comenzamos a montar la nata. Para ello ponemos la nata bien fría dentro de un bol y, con la ayuda de unas varillas eléctricas, comenzamos a batirla. Dejaremos de batir en el momento en el que veamos que en la nata se forman surcos.
En este punto mezclamos, poco a poco y suavemente, la nata montada con la mezcla de limón y leche condensada, hasta conseguir una crema homogénea.
Distribuimos la crema de limón resultante en un recipiente y añadimos un poco de ralladura de limón en la superficie de la crema. Tapamos el recipiente con papel film y lo reservamos en el congelador un mínimo de 4 horas.
Tras las horas de reposo ya tenemos nuestro helado de limón con una textura perfecta para comer. Si dejamos el helado en el congelador más de 4 horas, es conveniente sacarlo un rato antes para que esté cremoso a la hora de comerlo.
Lo servimos acompañado de unas hojas de hierbabuena, ralladura de limón y unos barquillos.
A continuación os dejo el vídeo en el que yo misma preparo y pruebo este rico helado.