Hoy os traigo una tarta que me ha encantado y con la que he disfrutado mucho. Se trata de una tarta de queso con leche condensada, limón y coco. Una tarta sin horno, muy fácil de preparar y con una combinación de sabores estupenda.
Esta tarta de queso es perfecta para preparar ahora que llega el verano, ya que tiene una mezcla de sabores muy refrescante. Está elaborada con cuatro sabores diferentes que combinan a la perfección: queso, leche condensada, limón y coco. El resultado es una tarta con mucho sabor en la que, al comerla, notaremos el sabor de cada uno de estos ingredientes.
A parte de su sabor, tengo que destacar la textura de esta tarta. Una textura suave, cremosa y muy agradable, sin resultar para nada empalagosa.
También quiero destacar la importancia del limón en esta receta; además de sabor y aroma, le aporta textura. La combinación del limón y el queso hará que la tarta quede sólida, sin necesidad de utilizar gelatina.
Sin duda esta tarta de queso con leche condensada, limón y coco se ha convertido en una de mis tartas favoritas. ¿Te animas a prepararla?
Ingredientes de la receta
Para la tarta:
- Queso crema (400 g)
- Leche condensada (370 g)
- Zumo de limón (150 ml / aprox. el zumo de 2 limones)
- Ralladura de un limón
- Coco rallado (60 gramos)
Para la base de galleta:
- Galletas tipo Digestive (180 g)
- Mantequilla (80 g)
(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.
Elaboración de la receta
Comenzamos preparando la base de galleta. Para ello ponemos las galletas dentro de una bolsa para congelar, con cierre zip, y las machacamos bien. Nos tiene que quedar una especie de «arena de galleta».
Hecho esto vertemos las galletas molidas en un bol y las mezclamos con la mantequilla, previamente derretida. Cuando toda la galleta esté humedecida, la vertemos dentro de un molde de 20 centímetros de diámetro, aplastando bien para compactar la galleta. En mi caso, en lugar de utilizar el molde completo (base y aro), he utilizado solo el aro, lo he forrado con papel film y lo he puesto sobre un plato. De esta forma, cuando la tarta esté terminada, solo habrá que retirar el aro y la tarta quedará servida encima del plato.
Ahora que tenemos una base de galleta compacta, la reservamos en la nevera mientras continuamos con la receta.
En un bol ponemos el queso crema, la leche condensada, el coco rallado, la ralladura de limón y el zumo de limón.
Mezclamos bien hasta conseguir una mezcla densa y unificada.
En este punto vertemos la mezcla en el molde, sobre la base de galleta, y alisamos la superficie.
Tapamos el molde y reservamos nuestra tarta en la nevera de un día para otro.
Tras las horas de reposo y en el momento de servir nuestra tarta, la desmoldamos quitando el aro del molde con mucho cuidado.
Por último decoramos la superficie de nuestra tarta de queso con coco rallado y ralladura de limón.
A continuación podéis ver el vídeo de esta receta.