En casa nos gusta mucho el pollo, ya sea guisado, asado o unas simples pechugas a la plancha. De hecho una de nuestras recetas favoritas es la del pollo guisado con cerveza y verduritas, que es precisamente la receta que hoy quiero compartir con vosotros. El resultado es un pollo muy tierno y sabroso; queda muy bien cocinado e impregnado de todo el sabor de la salsa y las verduras. También es una receta fácil de preparar, aunque pueda parecer algo laboriosa.
Cuando preparo esta receta suelo comprar dos pollos y así tengo comida para varios días, ya que es una receta que se puede congelar. Siempre pido que le quiten la piel al pollo, me hagan las pechugas filetes (las reservo para otras comidas) y el resto me lo troceen en piezas grandes (muslos, contramuslos y alitas). En los ingredientes de esta receta os indico que utilicéis un pollo entero, porque aunque yo no suela utilizar las pechugas en esta receta, os aseguro que también quedan muy jugosas.
Ingredientes de la receta
- Un pollo grande troceado (de unos 3 kilos de peso)
- Una lata de cerveza (de 33 centilitros)
- Agua
- 2 cebollas
- 3 zanahorias
- 8 dientes de ajo
- 300 gramos de champiñones
- Un tomate maduro
- Una hoja de laurel
- Una ramita de perejil
- Aceite
- Sal
- Pimienta
Elaboración de la receta
Salpimentamos las piezas de pollo y las freímos en una sartén junto con los dientes de ajo. Cuando las piezas de pollo estén doradas, las reservamos dentro de una olla grande. Los ajos, una vez fritos, los pelamos y los machacamos en un mortero junto con el perejil. Reservamos este majado.
Ahora, en la misma sartén en la que hemos frito el pollo, vamos a rehogar las verduras. Para ello quitamos un poco de aceite de la sartén y añadimos la cebolla cortada en tiras finas. La salpimentamos y dejamos que se dore. Cuando la cebolla esté dorada y bien pochada, añadimos las zanahorias cortadas en cubos. Seguidamente añadimos a la sartén el majado de ajos y perejil que teníamos reservado.
Añadimos también el tomate rallado y cocinamos todo el conjunto unos 5 minutos.
Pasado este tiempo añadimos el sofrito de verduras a la olla en la que tenemos reservadas las piezas de pollo. Añadimos la cerveza y el agua, hasta que todas las piezas de pollo queden cubiertas. En este momento tapamos la olla y dejamos que nuestro pollo se cocine a fuego medio-bajo durante una hora y media aproximadamente.
Cuando al pollo le queden unos 10 minutos para estar terminado, le añadimos los champiñones, que los habremos troceado y dorado en una sartén con muy poco aceite. Este tiempo será suficiente para que los champiñones aporten su sabor al pollo.
Una vez que el pollo esté tierno y bien cocinado apagamos el fuego y dejamos que nuestro guiso repose unas horas. A mí me gusta preparar este guiso de pollo un día antes de comerlo, porque gana mucho en sabor.
Seguidamente podéis ver el vídeo en el que yo misma he preparado y probado esta receta.
