Hoy os traigo una receta salada muy fácil de preparar y resultona. Se trata de un pudin salado de pan de molde, relleno de jamón y mucho, mucho queso.
Habitualmente los púdines suelen ser dulces, pero en este caso nos saldremos de la regla y prepararemos un pudin salado para chuparse los dedos.
El pudin es una receta de aprovechamiento, perfecta para utilizar los restos de pan duro, bollos, galletas, etc. En esta receta en concreto no vamos a reutilizar pan duro ni atrasado, sino que utilizaremos pan de molde.
Una de las cosas que más me gusta de este pastel salado es que queda muy tierno y jugoso, ya que el pan queda bien empapado en una mezcla de huevos y leche, además de su sabor irresistible a la mezcla de quesos y al jamón. La combinación de ingredientes es un clásico, pero no por ello deja de encantarme.
Os aseguro que este pudin salado queda tan bueno y es tan fácil de preparar que se va a convertir en una de vuestras recetas favoritas.
Ingredientes de la receta
- 10 rebanadas de pan de molde
- 10 lonchas de jamón cocido
- 6 lonchas de queso Emmental
- 6 lonchas de queso Cheddar
- 5 huevos
- 500 mililitros de leche
- Sal
- Pimienta
Elaboración de la receta
Comenzamos poniendo dentro de un bol los huevos; les añadimos un poco de sal, pimienta al gusto y los batimos. Seguidamente vertemos la leche y la mezclamos bien con los huevos.
Ahora comenzamos a montar el pudin. Para ello vertemos un cucharón de la mezcla de huevos y leche en el fondo de un molde rectangular. Seguidamente ponemos dentro una primera capa de pan de molde y vertemos encima un poco más de la mezcla. Sobre el pan colocamos una capa de queso Emmental y jamón.
A continuación ponemos encima una segunda capa de pan, vertemos un cucharón de la mezcla de huevos y leche, y encima colocamos una capa de queso Cheddar y jamón. Colocamos encima una tercera capa de pan, lo calamos con un cucharón de la mezcla y terminamos poniendo encima queso Emmental, queso Cheddar y jamón.
Por último colocamos la cuarta y última capa de pan, y vertemos encima toda la mezcla que nos queda de huevos y leche. Terminamos rallando en la superficie una buena cantidad de queso y lo llevamos al horno durante 45 minutos. El horno lo habremos encendido previamente y estará caliente en el momento de meter el pudin, a una temperatura de 180 ºC con calor arriba y abajo.
Tras el tiempo de horneado sacamos el pudin del horno, que ya estará bien cocinado y la superficie dorada.
Hecho esto, dejamos que nuestro pudin salado repose unos minutos y se atempere, para seguidamente desmoldarlo sobre una fuente. Ponemos un poco de cebolleta picada en la superficie y ya lo tenemos listo para comer. Queda igual de rico si lo comemos caliente, templado o frío.
A continuación podéis ver el vídeo de esta receta.