Si os gustan las tartas fáciles de preparar, no os perdáis esta receta de tarta de limón con base de galleta, ya que es una tarta sin horno que se prepara en 15 minutos y queda muy rica y refrescante.
La única pega que se le puede poner a esta tarta de limón es que no podremos comerla hasta que hayan pasado un mínimo de 6 horas, y la verdad es que la espera se hace eterna.
Por lo demás, es una tarta deliciosa, con una textura de mousse de limón muy suave y sedosa. También tiene un sabor muy equilibrado, ya que no resulta nada ácida, ni excesivamente dulce, aunque lo pueda parecer, puesto que lleva una buena cantidad de leche condensada en la mezcla.
INGREDIENTES
(para 12 raciones)
- 400 mililitros de leche condensada
- 500 mililitros de nata para montar (o crema de leche) con un 35% de materia grasa
- 180 mililitros de zumo de limón
- 1 limón (utilizaremos la piel rallada)
- 80 mililitros de agua
- 15 gramos de gelatina neutra (o grenetina)
Para la base de galleta
- 250 gramos de galletas
- 100 gramos de mantequilla
ELABORACIÓN
Comenzamos haciendo la base de galleta:
Trituramos las galletas, hasta hacer una harina de galleta, y agregamos la mantequilla derretida. Mezclamos esta pasta y la ponemos en el fondo de nuestro molde, distribuyendo y compactando bien la galleta por toda su base:
En mi caso, he utilizado un molde desmontable de 23 centímetros de diámetro.
Llevamos el molde a la nevera o congelador, para que se endurezca la base de galleta, y continuamos con la receta…
Ahora vamos a preparar la mousse de limón:
Hidratamos la gelatina. Para ello mezclamos la gelatina en polvo con los 80 mililitros de agua y dejamos reposar la mezcla durante 10 minutos, hasta que se convierta en una especie de esponja:
Seguidamente, en un bol amplio ponemos la leche condensada, el zumo de limón y la ralladura de limón. También agregamos la gelatina (ver siguiente foto), que previamente habremos calentado en el microondas (8-10 segundos) para que se ponga líquida. Mezclamos bien el conjunto y reservamos unos minutos, mientras montamos la nata (o crema de leche).
Montamos la nata (o crema de leche) con unas varillas hasta que se formen picos y quede bien firme. Os recomiendo que metáis la nata y el bol (en el que vayáis a montar la nata) unos minutos al congelador, para que esté bien fría y de este modo monte mejor.
Ahora que ya tenemos la nata montada la integramos, poco a poco y con movimientos suaves y envolventes, en la mezcla que hemos preparado anteriormente de leche condensada, limón y gelatina:
Terminamos nuestra receta montando la tarta de limón:
Una vez que tengamos una mousse bien uniforme la vertemos en el molde, sobre la base de galletas. Alisamos la superficie y llevamos la tarta (bien tapada) a la nevera, durante un mínimo de 6 horas, aunque queda mejor si la dejamos hasta el día siguiente.
Cuando la tarta haya reposado el tiempo necesario, la sacamos de la nevera, la desmoldamos y la decoramos al gusto. En mi caso he rallado un poco de chocolate blanco y piel de limón por encima de la tarta, y he colocado unas bolas de chocolate alrededor de ésta. Aquí vemos el resultado:
Y ya podemos llevar esta deliciosa tarta de limón a la mesa, para degustarla tranquilamente tras una buena comida.
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