Que me gustan las tartas de queso no es ninguna novedad. Por eso hoy sumamos una receta de tarta de queso más a la colección. Se trata de una tarta de queso muy especial, ya que es muy fácil y rápida de preparar, se come recién hecha, sin necesidad de reposar, y está elaborada con quesitos.
Para los que no los conozcáis, los quesitos son unas porciones triangulares de queso fundido: cremosos, tiernos y con un sabor muy suave. Son utilizados normalmente para comer como tentempié, elaborar cremas o untar en una rebanada de pan.
La tarta de quesitos que hoy os traigo queda similar a la tradicional tarta de queso al horno, con una textura de tarta cuajada, a la vez que cremosa, y con un rico sabor.
Le daremos algo más de sabor a esta tarta pincelando su superficie con un poco de mermelada de melocotón. Por supuesto, se puede acompañar con la mermelada del sabor que más nos guste, e incluso con fruta fresca, como fresas, arándanos, kiwis o melocotón.
Otro de los ingredientes con los que se elabora esta tarta es el yogur natural. En mi caso he utilizado yogur natural desnatado sin azúcar para rebajar un poco la cantidad de grasa en la tarta.
A continuación os dejo algunas recetas de tartas de queso que ya hemos elaborado anteriormente:
– Tarta de queso sin base de galleta ni cobertura
– Pastel de queso con arándanos
Ingredientes de la receta
- Quesitos (10)
- Yogur natural sin azúcar (2 yogures de 125 g cada uno = 250 g)
- Azúcar (130 g)
- Huevos (3 medianos)
- Maizena (2 cucharadas soperas)
- Mermelada de melocotón
(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.
Elaboración de la receta
En un bol ponemos los quesitos, el yogur, el azúcar, los huevos y la Maizena, y lo trituramos todo bien con la ayuda de una batidora.
Ahora que tenemos una masa lisa y sin grumos, la vertemos dentro de un recipiente redondo pequeño. El recipiente (o molde) lo engrasaremos previamente, untando un poco de mantequilla en las paredes y en la base, para evitar que la tarta se quede pegada en este. En mi caso también he puesto papel de hornear en el fondo del molde.
En este punto llevamos nuestra tarta de quesitos al horno, que lo tendremos encendido y ya caliente a una temperatura de 200 ºC, con calor arriba y abajo. Hornearemos nuestra tarta durante unos 30-35 minutos.
Pasados 30 minutos ya tenemos nuestra tarta bien cuajada. La dejamos que se enfríe por completo dentro del molde y, una vez fría, la desmoldamos.
Hecho esto, pincelamos la superficie de nuestra tarta con un poco de mermelada de melocotón… y ya la tenemos lista para comer.
A continuación os dejo el vídeo de esta receta.