Ahora que llega el verano apetece comer postres fresquitos y fáciles de elaborar. Por eso hoy os propongo preparar una tarta helada de piña, leche condensada y queso.
Se trata de una tarta helada con una rica combinación de sabores, puesto que los tres ingredientes principales con los que se elabora (piña, leche condensada y queso) hacen que quede bien equilibrada. Además del sabor, el helado queda cremoso, sin cristales de hielo, gracias a la aportación de la leche condensada y del queso crema.
Aparte de los tres ingredientes principales, vamos a poner unas frutas del bosque (arándanos y frambuesas) en el interior de la tarta. Estas frutas van a aportar un buen contraste de sabor, además de un bonito color a la hora de cortar y presentar la tarta.
Si os gustan este tipo de tartas, a continuación os dejo otras recetas de tarta helada que hemos elaborado anteriormente:
– Tarta helada de chocolate y avellana
Ingredientes de la receta
Para la tarta helada:
- Piña en su jugo (400 g)
- Leche condensada (370 g)
- Queso crema (250 g)
- Arándanos (100 g)
- Frambuesas (100 g)
- Galletas (7)
Para decorar la tarta:
- Leche condensada (1 cucharada)
- Piña (1 rodaja)
- Arándanos
- Fresas
(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.
Elaboración de la receta
En un bol ponemos las rodajas de piña bien escurridas del jugo, añadimos la leche condensada y el queso crema. Seguidamente, con la ayuda de la batidora, lo trituramos todo bien, hasta conseguir una crema unificada y sin grumos.
Hecho esto vertemos dos cucharones de la crema en un molde rectangular de 1’7 litros de capacidad, previamente forrado con papel film.
Sobre la crema distribuimos la mitad de los arándanos y de las frambuesas. Vertemos otros dos cucharones de crema y añadimos el resto de arándanos y frambuesas.
Por último vertemos el resto de crema que nos queda y, sobre esta, colocamos una capa de galletas. Tapamos la tarta con papel film y la reservamos en el congelador un mínimo de 6 horas.
Tras el reposo y unos 30 minutos antes de desmoldar la tarta, la sacamos del congelador. Pasado este tiempo la tarta se desmoldará con mayor facilidad y estará en un punto perfecto para comer. Volteamos la tarta sobre un plato, retiramos el molde y el papel film.
En este punto decoramos la superficie de nuestra tarta helada con una cucharada de leche condensada, la piña troceada, unos arándanos y unas fresas cortadas a la mitad.
Una vez decorada la servimos de inmediato para que no se derrita.
A continuación podéis ver el vídeo en el que yo misma preparo y pruebo esta rica tarta.