Hoy vemos cómo hacer pan casero; pero no una receta de pan cualquiera, sino un pan sin horno que cocinaremos en una sartén. Hacer este pan en casa es todo un acierto: es fácil de preparar, queda con un rico sabor y tiene una miga esponjosa.
Esta receta de pan casero tiene varias ventajas, la más evidente es que no necesitamos de un horno para elaborarla, sino simplemente de un fuego y una sartén. Otra ventaja es que este «pan en sartén» se elabora mucho más rápido que cualquier «pan al horno». Ademas, trabajar esta masa de pan es muy sencillo, tal y como veréis a continuación en la elaboración de la receta. Por último, otra que para mí también es una ventaja, es el hecho de que este pan en sartén queda con una textura especial y diferente, como un bollito tierno y esponjoso, con una capa exterior crujiente.
Dicho esto, ¿a qué esperas para probar a hacerlo?
Ingredientes de la receta
- Harina de trigo común (500 gramos)
- Levadura seca de panadero (7 gramos, equivalente a 25 g. de levadura fresca)
- Agua templada (300 mililitros)
- Aceite de oliva (4 cucharadas soperas)
- Sal (1 cucharadita, equivalente a unos 7 gramos)
(*) Si lo necesitas, puedes consultar nuestras tablas de medidas y equivalencias.
Elaboración de la receta
Comenzamos disolviendo la levadura en el agua templada. Debemos tener cuidado de que el agua no esté caliente, para que la levadura actúe correctamente. Dejamos reposar la mezcla durante unos minutos.
A continuación en un bol grande mezclamos la harina y la sal. Seguidamente añadimos el aceite y la mezcla de levadura y agua. Mezclamos bien hasta conseguir una masa densa.
Cuando hayamos conseguido una masa densa, la ponemos en la superficie de trabajo y comenzamos a amasar con las manos.
Pasados unos cinco minutos ya tenemos una masa unificada y elástica.
Ahora formamos una bola con la masa y la ponemos en un bol. El bol lo habremos engrasado con un poco de aceite para que la masa no se pegue. Seguidamente tapamos el bol con papel film y dejamos que nuestra masa repose unas horas. El intervalo de reposo puede ser de entre 1 hora a 2 horas, dependiendo del frío o calor que haga en cada casa.
Tras una hora y media nuestra masa habrá doblado su volumen, tal y como podéis ver en la siguiente foto:
Seguidamente ponemos la masa en la superficie de trabajo y la desgasificamos suavemente con los dedos. Cortamos la masa en ocho porciones iguales, ya que vamos a hacer unos panecillos. En este punto podéis cortar la masa a vuestro gusto, dependiendo de si queréis hacer un pan grande o unos panecillos. Cogemos una porción de masa y, con las manos untadas en un poco de aceite para que no se nos pegue, formamos una bola metiendo los pliegues hace dentro.
Una vez que hayamos formado las ochos bolas, las tapamos con papel film y las dejamos reposar de 30 a 40 minutos.
Tras el reposo las bolas de masa habrán aumentado su volumen y ya estarán listas para ser cocinadas.
Continuamos poniendo una sartén al fuego, untamos un poco de aceite en ella y colocamos dentro dos o tres bolas de masa. Bajamos la intensidad del fuego, a fuego medio-bajo, tapamos la sartén con una tapadera y dejamos que el pan se cocine durante unos 5 minutos.
Pasado este tiempo damos la vuelta al pan, tapamos de nuevo la sartén y dejamos que se cocine por este otro lado durante otros 5 minutos. Es importante que la intensidad del fuego esté medio-bajo, para que el pan no se quede crudo por dentro y para que no se queme en el exterior.
Una vez cocinado el pan por ambos lados, durante unos 10 minutos en total, ya lo tendremos terminado. Apartamos la sartén del fuego y dejamos que nuestro pan se enfríe antes de comerlo.
A continuación os dejo el vídeo en el que podéis ver el paso a paso de esta receta.