Las torrijas son un dulce típico de la Semana Santa y Cuaresma. Son rebanadas de pan, remojadas en leche y fritas, que después se rebozan en azúcar, almíbar o miel.
Hoy en día se venden muchos tipos de pan para elaborar las torrijas, pero antiguamente se hacían con una barra de pan duro (de un día para otro).
Las torrijas me traen buenos recuerdos de mi infancia, no solo porque fuera mi dulce favorito, si no porque empecé a apasionarme por la cocina.
De bien pequeña me metía con mi madre en nuestra pequeña cocina y la ayudaba a preparar las torrijas. Las hacíamos de dos tipos, unas de leche para nosotras y otras pocas de vino tinto para mi padre. Yo las pasaba por la leche o el vino, mi madre las freía y yo volvía a mancharme las manos al rebozar las torrijas, aún bien calientes, en una mezcla de azúcar y canela.
Desde hace unos años he dejado de preparar esas torrijas que hacía con mi madre, aunque las recuerdo con cariño. Esto sucedió cuando me fui a vivir con el amor de mi vida, y otra gran mujer por la que siento un gran amor, mi suegra, me enseñó a preparar otro tipo de torrijas, más grandes, bien jugosas y bañadas en miel.
Enloquecí con esas torrijas, si ya me gustaban, comenzaron a gustarme aún más. Fui perfeccionando la técnica, porque no fue fácil pasar de hacer unas torrijas pequeñas y finas, a esas torrijas grandotas y bien empapadas en leche. La verdad no sabía por donde cogerlas ;).
Gracias a ella aumentó mi pasión por la cocina. Me enseñó a preparar varias de sus recetas y a ser mejor cocinera.
Las torrijas que os traigo, son las que me enseño a hacer mi suegra, no tengáis miedo, si son vuestras primeras torrijas podéis hacerlas más pequeñas para practicar, la técnica es la misma.
Para que queden unas torrijas bien sabrosas me gusta infusionar la leche con canela. Pongo unas ramas de canela, la leche y el azúcar, llevo a punto de ebullición, apago el fuego y dejo reposar la leche unos diez minutos para que coja bien todo el sabor de la canela.
Esta vez aparte de canela, he puesto una vaina de vainilla, le da un sabor increíble a nuestras torrijas.
Para hacer unas buenas torrijas, también es muy importante el producto que utilicemos. A mi me gusta ponerle leche entera fresca, una vez al año no hace daño, y las baño con una generosa cantidad de rica miel.
Vamos a ver los ingredientes para hacer las torrijas de miel y vainilla:
– 1,5 l de leche (aprox.)
– 1 barra de pan (especial para torrijas)
– 2 huevos
– 2 ramas de canela
– 1 vaina de vainilla
– 8 cucharadas soperas de azúcar (al gusto)
Y aquí os dejo el vídeo para que veáis cómo se preparan estas deliciosas torrijas: