
Hoy vemos cómo hacer mielitos caseros, unos pasteles de hojaldre también conocidos como «hojaldres de Astorga«. Los mielitos son unos pasteles dulces muy fáciles de preparar, elaborados con hojaldre y empapados en un baño de almíbar de miel.
Estos pasteles dulces me recuerdan a mi infancia. De pequeña me encantaba comer estos pasteles de hojaldre, que estaban bien tiernos y calados de una mezcla dulce. Desde que descubrí cómo hacerlos en casa, me gustan aún más. Son unos pasteles fáciles y rápidos de preparar. El truco para que queden perfectos es trabajar con el hojaldre frío, así quedarán más inflados, además de empaparlos bien en el almíbar de miel. Este último paso es muy importante, ya que el almíbar impregnará al hojaldre de todo su sabor y dulzor característico.
Si os animáis a hacer esta receta, tenéis el paso a paso a continuación. Para mayor detalle, al final os dejo el vídeo en el que podéis ver cómo he elaborado yo misma esta receta y cómo la pruebo.
Ingredientes de la receta
- 2 láminas de hojaldre (rectangular de unos 275 gramos de peso)
- 4 cucharadas soperas de miel
- 1 vaso de agua
- 1 vaso de azúcar
Elaboración de la receta
Comenzamos desenrollando una lámina de hojaldre y, con la ayuda de una brocha, pincelamos con un poco de agua la superficie. Hecho esto, colocamos la otra lámina de hojaldre desenrollada justo encima, de manera que queden parejas. Presionamos suavemente con las manos para que ambas masas queden pegadas entre sí.

Ahora, con la ayuda de un cuchillo bien afilado cortamos el hojaldre en tiras, tanto a lo largo como a lo ancho, para obtener pequeños cuadrados o rectángulos.

Seguidamente, ayudándonos de una boquilla de manga pastelera, o bien con el tapón de una botella de refresco, marcamos un círculo en el centro de cada cuadrado, de manera que cortemos tan solo el hojaldre superior. Retiramos estos círculos de hojaldre de todos los cuadrados, de forma que quede un agujero en el centro de cada uno.

En este punto llevamos los hojaldres a la nevera durante unos minutos. Esto lo hacemos para que la masa esté bien fría a la hora de ser horneada y crezca más con el calor del horno.
Tras el reposo colocamos los hojaldres en una bandeja de horno forrada con papel de hornear y los llevamos al horno, que lo tendremos precalentado a 180 ºC con calor arriba y abajo, y los horneamos durante unos 20-25 minutos. Estarán listos cuando veamos que los hojaldres están inflados y dorados.

Pasados los 25 minutos, sacamos los hojaldres del horno y los dejamos reposar un par de minutos.

Mientras los hojaldres se estaban horneando, habremos aprovechado para preparar el almíbar con el que los bañaremos. Para ello, en una olla al fuego ponemos el agua, el azúcar y la miel. Cuando la mezcla comience a hervir, lo dejamos al fuego unos cinco minutos más. Tras hervir durante 5 minutos, apartamos la olla del fuego y dejamos que el almíbar se atempere dentro de un pequeño bol.

En este momento, que los hojaldres han reposado un par de minutos, comenzamos a bañarlos en el almíbar de miel, dejando que se empapen bien por ambos lados.

Hecho esto, vamos sacando los mielitos a una rejilla para que se terminen de enfriar.
Pasadas unas horas ya tendremos los mielitos fríos y bien húmedos. En este punto ya los podemos comer, aunque os recomiendo guardarlos en una lata y reservarlos de un día para otro, ya que mejorarán en sabor, textura y humedad.

A continuación podéis ver el vídeo de esta receta.