Hoy comparto con vosotros una receta dulce muy fácil de preparar. Se trata de un pastel de queso y leche condensada realmente delicioso y con una combinación de sabores muy especial.

Este pastel de queso (o tarta de queso) tiene una textura cremosa y esponjosa, y su sabor es realmente rico. La leche condensada aporta a este pastel cremosidad, sabor y, al contrario de lo que pueda parecer, no queda un pastel demasiado dulce. Es un pastel de queso y leche condensada bastante equilibrado.

En esta ocasión he decidido preparar este pastel de queso sin base de galleta, así disfrutamos más de todo su sabor. Aunque si os gusta, podéis añadirle una base de galleta y hornearlo en un molde desmontable.

Si os gustan los postres que combinan queso y leche condensada, a continuación os dejo algunas de las recetas que hemos preparado anteriormente con estos dos ingredientes:

– Tarta helada de piña, leche condensada y queso

– Tarta de queso con leche condensada, limón y coco

– Tarta de queso y limón (sin horno)

Ingredientes de la receta

  • Queso crema (350 g)
  • Yogur griego natural sin azúcar (125 g)
  • Leche condensada (390 g)
  • Huevos medianos (3)
  • Esencia de vainilla (una cucharadita)

Para decorar:

  • Frambuesas
  • Leche condensada

(*) Si lo necesitas, puedes consultar las tablas de medidas y equivalencias en cocina y repostería.

Elaboración de la receta

En un bol mezclamos el queso crema y el yogur. Seguidamente añadimos la leche condensada y mezclamos todos los ingredientes con unas varillas, para conseguir una crema sin grumos.

Añadiendo la leche condensada a la mezcla de queso y yogur
Añadiendo la leche condensada a la mezcla de queso y yogur

Hecho esto añadimos e integramos los huevos de uno en uno, sin batir en exceso. Junto con el último huevo añadimos la esencia de vainilla, integramos bien y ya tenemos terminada la crema de queso.

Preparando la crema de queso
Preparando la crema de queso

Vertemos la crema de queso en un molde rectangular (tipo cake) de 1,7 litros de capacidad. Antes de verter la crema habremos engrasado, con un poco de mantequilla, tanto las paredes como la base del molde, para evitar que nuestro pastel se quede pegado al hornear. Seguidamente llevamos el molde al horno, que lo tendremos precalentado a 180 ºC, con calor arriba y abajo, durante 45-50 minutos.

Vertiendo la crema de queso en el molde
Vertiendo la crema de queso en el molde

Pasados 45 minutos ya tenemos nuestro pastel de queso y leche condensada bien horneado. Lo dejamos que se enfríe a temperatura ambiente dentro del molde y, una vez frío, lo reservamos en la nevera de un día para otro. Tal y como se ve en la siguiente foto, el pastel de queso crece bastante en el horno, pero con el cambio de temperatura bajará.

Pastel de queso y leche condensada recién horneado
Pastel de queso y leche condensada recién horneado

Tras las horas de reposo desmoldamos el pastel, volteando el molde sobre una bandeja. Hecho esto, decoramos la superficie de nuestro pastel de queso con unas frambuesas y unos hilos de leche condensada.

Pastel de queso y leche condensada
Pastel de queso y leche condensada

A continuación podéis ver el vídeo de esta receta.

Vídeo-receta